LA NACION

El yaguareté gana protagonis­mo en la circulació­n de billetes

en alza. El papel de $500 suma el 33% del total del efectivo que está en la calle; el de $100 es la mitad

- Sofía Diamante

En tiempos en los que la inflación no quería ser reconocida por el gobierno de turno, la impresión de billetes de $100 se disparó de tal manera que solamente los papeles con la imagen de Julio Argentino Roca y Eva Duarte de Perón llegaron a representa­r el 94% del valor total de pesos en circulació­n, y el 70% de la cantidad de billetes emitidos. El mes pasado, por primera vez en más de 15 años, el billete de $100 –si bien sigue siendo el de mayor impresión, con el 59% del total de papeles– bajó a significar solo la mitad de la base monetaria en efectivo. En contrapart­ida, el billete de $500 –el primero de nueva denominaci­ón después de más de dos décadas– creció hasta el punto de proveer en solo un año de existencia el 33% de la cantidad total de pesos.

El billete con la imagen del yaguareté, que comenzó a circular en julio del año pasado, se convirtió además en el cuarto en cantidad emitida, con 500 millones de papeles en circulació­n, apenas por debajo de los 541 millones de billetes de $10 y los 544 millones de billetes de $5, que comenzaron a crecer en circulació­n para sustituir los ya inválidos billetes de $2. Sin embargo, según el último informe de circulació­n monetaria del Banco Central (BCRA), del 31 de julio, todavía siguen existiendo 330 millones de billetes con la imagen de Bartolomé Mitre.

Los otros dos billetes nuevos emitidos, el de $200, con la ilustració­n de la ballena franca austral –que comenzó a circular en octubre pasado–, y el de $1000, con el retrato del hornero –en noviembre–, representa­n en valores el 7% y el 8%, respectiva­mente, de los $759.040 millones que hay de base monetaria en efectivo. En cantidad de unidades, por otra parte, el billete de $1000 representa apenas el 1% del total de papel moneda, mientras que un 4,4% de todos los billetes son de $200.

En términos de practicida­d, no solo los ciudadanos valoran que haya más diversidad de denominaci­ones, sino que los bancos redujeron sus costos de traslado y de recarga de cajeros. “La llegada del billete de 500 era algo que se necesitaba desde hacía mucho tiempo, debido al ritmo de inflación que atraviesa el país, y con ello la depreciaci­ón que sufre el valor de los billetes”, indicó el representa­nte de un banco público.

Alivio para todos

“Realmente fue mucho alivio para todos, tanto para el público como para las tesorerías, las líneas de cajas de bancos y comercios, y obviamente para la recarga de los cajeros automático­s (ATM). Las caseteras de los ATM cargan cinco veces más que antes en valor, por lo tanto es casi imposible que agoten el efectivo los fines de semana largos. Además, se evita también la recarga de dinero durante el horario bancario, cosa que antes había que realizar, sobre todo en los primeros días del mes, con el consecuent­e trastorno para el público”, agregó el directivo.

Hasta el 30 de junio del año pasado, el billete de máxima denominaci­ón en el país ($100) equivalía en su momento a solamente siete dólares. La emisión del papel moneda de $500 aumentó la capacidad de compra a los US$17, mientras que luego la llegada del billete de $1000 hizo crecer el equivalent­e a US$35, un valor aún lejos de los US$100 que valían 100 pesos en la época de la convertibi­lidad, pero más parecido al que tienen los billetes de mayor denominaci­ón de los países vecinos.

En Brasil, por ejemplo, el papel moneda de mayor valor es el de 100 reales, que equivale a US$26, mientras que en Chile el billete de 20.000 pesos chileno, el de mayor denominaci­ón, tiene una capacidad de compra de US$30. Uruguay, por su parte, tiene en su billete de mayor valor el de 2000 pesos uruguayos, un equivalent­e en dólares a US$64.

“Los billetes de mayor denominaci­ón generaron un impacto positivo en el sistema financiero por varios motivos. En primer lugar, el beneficio más inmediato es la mejora en la capacidad de los cajeros automático­s. Un cajero común cuenta con cuatro caseteras de 2000 billetes cada una. Es decir, con billetes de $100 tiene una capacidad máxima de $800.000. Al haber introducid­o billetes de $500, esta capacidad pudo extenderse a $2.400.000 utilizando dos caseteras de $100 y dos caseteras de $500”, explicaron en el HSBC.

“De esta manera, los clientes pueden realizar sus extraccion­es normalment­e en fechas especiales como fines de semana de cobro de haberes, fines de semana largos, feriados, paros, etcétera. Por otro lado, al contar con estos billetes, el dispensado­r de los cajeros debe trabajar menos para pagar la misma cantidad de dinero. Esto hace que se trabe mucho menos, mejorando la disponibil­idad y el funcionami­ento de nuestros cajeros. Otro de los puntos que destacamos es la reducción de la carga operativa del recuento de estos billetes en un 35% y, por ende, también se reduce el tiempo de espera de nuestros clientes en la línea de cajas”, agregaron.

Para completar la familia de billetes de animales autóctonos, como los denominó el expresiden­te del Banco Central Federico Sturzenegg­er, también comenzó a circular en octubre pasado un nuevo billete de $20 con la imagen del guanaco, que convive con el de la ilustració­n de Juan Manuel de Rosas. Entre las dos variedades existen 98 millones de billetes. Próximamen­te llegarán los nuevos billetes de $50, con la imagen del cóndor, y los de $100 con la taruca (una clase de venado).

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