En Palermo, el esfuerzo enseñó que vale la pena
En los 15k de New Balance, el albañil Arbe y la exfutbolista Tesuri, los dueños del éxito
A las 7.30 de la mañana, mientras el sol se demora tras el río de la Plata, 10.000 aficionados se amontonan sobre el asfalto de la avenida Figueroa Alcorta. Podrían llenar la cancha de Defensa y Justicia, pero no son futboleros sino runners, y le dan forma a la carrera más convocante del año. Corren con las pulsaciones al máximo, entre todos bombean más de cien mil litros de sangre por minuto. La adrenalina despereza a la ciudad.
Detrás de los atletas, 570 empleados trabajan para que los participantes solo se dediquen a correr: reparten más de 50.000 botellas, acomodan cientos de vallas e instalan decenas de baños químicos; los 15k de New Balance es un pequeño pueblo que se arma para los runners.
La mañana ofrece el clima perfecto para exigir el cuerpo en una carrera de resistencia: temperatura de 8°, sol, sin presencia de viento ni humedad. Una larga serpiente de corredores avanza por la avenida rumbo a la cancha de River y a la cabeza los mejores atletas del país, que se disputarán los casi cien mil pesos que se reparten en premio. Mucha plata para un deporte donde ser profesional es apenas subsistir.
“Con esto me puedo terminar de construir la cocina”, detalla Joaquín Arbe (27 años), el ganador, que lograó el récord de circuito, al marcar un tiempo de 45m07s. No fue una sorpresa: era el bicampeón defensor y el 13 de mayo también se impuso en los 15k de New Balance en Rosario. Cada año más competitiva, los cuatro primeros bajaron el récord del circuito: además de Arbe, Eulalio Muñoz, David Rodríguez y Gustavo Frencia; y la luz de distancia entre ellos fue de pocos metros. Arbe ya puede volverse a Esquel para continuar con la obra de construcción de la que es albañil entre cada uno de sus dos entrenamientos diarios.
El sábado a la noche, María Luz Tesuri, 25 años, tuvo el mismo sueño de toda la semana: verse en lo más alto del podio; con un registro de 52m18s, lo hizo realidad. “En el kilómetro 10 me di cuenta que podía ganar, por lo que me relajé un poco y aflojé a ritmo de media maratón”, confiesa. Ella, como miles de los que largaron, también tiene agendado en su calendario el 26 de agosto, fecha de los 21k de Buenos Aires. En estos 15k retuvo el título de 2017, mejoró su récord y firmó la sexta marca argentina más rápida de la historia. Y también le suma $20.000 a su billetera. “¡Me vienen muy bien para pagar las cuentas!”, celebra, a pura sonrisa la entrerriana que integró la selección Sub 15 y 20 de fútbol y que se rompió los ligamentos cruzados de la rodilla derecha cuando se entrenaba para la Copa del Mundo de Alemania 2011.
La alegría no fue exclusiva de los ganadores. Jennifer Chun (18) y Jonathan Kim (20) fueron los últimos en recibir la medalla de finisher. Sonrientes,estos argentinos de padres coreanos–llegaron tarde, no consiguieron lugar para estacionar–larga ron recién a las 8, pero igual disfrutaron de sus tiempos de 1h45m de carrera. “Fue nuestra primer competencia”, detalla Kim; “Quise anotarme en otra hace un par de meses, pero ya no había cupos de inscripción”, agrega, quien en las dos oportunidades enseñó las virtudes de la paciencia oriental. “Después de los 11 kilómetros la carrera se me hizo eterna, me pareció mucho más largo ese último tramo”, protesta Chun, que igual sonríe y sus ojos se afinan aún más.
La foto del final del día tuvo una curiosidad. Entre los caballeros, el podio se coronó con tres chubutenses y con la particularidad de que todos están relacionados con Esquel: Arbe es de allí; Muñoz nació muy cerca, a 85km, en Gualjaina, pero vive en Esquel, y el tercero, David Rodríguez, nació en Esquel pero reside en Comodoro Rivadavia. Entre el ganador y quien se trepó al último escalón del podio apenas hubo tres segundos de diferencia, lo que resalta la competitividad de la prueba. Las mejores mujeres fueron María Luz Tesuri, seguida por Chiara Mainetti (53m10s) y Rosa Godoy (53m13s).
Los primeros y los últimos, todos fueron parte de los diez mil atletas que le inyectaron adrenalina al amanecer del domingo.