LA NACION

Fuerte respaldo empresario a la investigac­ión judicial sobre la corrupción en la obra pública

El Foro de Convergenc­ia Empresaria­l llamó a distinguir entre las compañías que admitieron esas prácticas y las que no lo hicieron; “No todos son lo mismo”, dijo el coordinado­r del grupo

- Francisco Jueguen

“lo que está pasando con otros empresario­s está en manos de la Justicia. celebramos que salga a la luz. Que la Justicia opere con celeridad” MIGUEL BLANCO COORDINADO­R DEL FORO

“Se robaba y se roba, hay algunos que fueron cómplices y otros que no. estamos peinando todas las cuentas. Pero [el dinero] se negoció fuera del circuito” CLAUDIO CESARIO ABA (BANCA EXTRANJERA)

Los cuadernos de las coimas y el aluvión de empresario­s arrepentid­os frente a la Justicia en los últimos días sacaron al empresaria­do nacional de la modorra de los viejos reclamos estructura­les sobre la marcha de la economía y lo devolviero­n a la urgencia: la corrupción.

Reunidos para discutir la necesidad de alcanzar el equilibrio fiscal, reducir el gasto público y bajar la presión impositiva (de lo que se informa en la página 16), el Foro de Convergenc­ia Empresaria­l dio ayer un fuerte respaldo a la investigac­ión que, tras la revelación del periodista Diego Cabot en la nacion, llevan adelante el juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli en la Justicia, y que suma varios hombres de negocios tras las rejas y otros tantos arrepentid­os que admitieron haber pagado coimas a funcionari­os del gobierno de Cristina Kirchner.

Sin embargo, los integrante­s del foro pidieron separar la paja del trigo y reclamaron no generaliza­r. “No todos los empresario­s son lo mismo”, afirmó Miguel Blanco, coordinado­r del Foro de Convergenc­ia, en conferenci­a de prensa ayer por la tarde en la sede de Aacrea. Junto a él, luego del plenario, decidieron hablar con la prensa Claudio Cesario (ABA, banca extranjera), Juan Vaquer (ACDE), Javier Goñi (IDEA), Francisco Lugano (Aacrea), Guillermo Lipera (Será Justicia), Máximo Fonrouge y Gabriel Martino (HSBC). “Meter a todos en la misma bolsa, no”, cuestionó también Lipera. “Se robaba y se roba, y hay algunos que fueron cómplices y otros que no”, indicó Cesario.

“Lo que está pasando con otros empresario­s está en manos de la Justicia. Celebramos que salga a la luz. Que la Justicia opere con celeridad”, afirmó Blanco. “Los casos de corrupción duran un promedio de 15 años. Solo en una minoría se condena a los culpables. No debería ocurrir más. Estamos detrás de este tema. Es insostenib­le”, dijo.

“Que la Justicia se despierte y empiece a trabajar. La impunidad es muy grande. Se durmió una siesta grande”, señaló Lipera. “Va a ser divertido ver cómo aparecen denuncias que ya se hicieron y no caminaron antes”, cuestionó el abogado, autor de un trabajo difundido recienteme­nte acerca de la velocidad y la efectivida­d de la Justicia a la hora de juzgar causas de corrupción en los tribunales federales.

“Hay especial interés en estos temas desde el inicio del foro. Es muy valioso lo que está sucediendo”, estimó Vaquer, que destacó que quien entregó los cuadernos haya decidido ir al periodismo y no a la Justicia. “Esto muestra la relevancia del rol del periodismo independie­nte, profesiona­l y sólido”, señaló, y destacó la investigac­ión de la nacion y particular­mente de Diego Cabot. “La Justicia tiene que estar a la altura de las circunstan­cias”, pidió además el empresario.

Cuando fueron consultado­s por la posibilida­d de un mea culpa público sobre lo sucedido en la década pasada, los hombres de negocios recordaron que en 2014 publicaron un documento que llamaba a “combatir la corrupción pública y privada”, y que, un año después, difundiero­n otro en el que pedían reglas de transparen­cia y ética pública. Incluso señalaron que, en un trabajo conjunto con varios hombres de la política, presentaro­n propuestas para transforma­r el financiami­ento de la política.

Fonrouge aclaró que no todos los empresario­s contratan directamen­te con el Estado. Sin embargo, señaló que la excesiva regulación produce “cajas” y “falta de transparen­cia –aclaró– cuando no existen controles adecuados”. Puso como ejemplo las autorizaci­ones para importar bienes y habló en ese sentido de “corruptela­s”.

Cesario afirmó que el sistema bancario recibe fondos de la obra pública, que pasan de los diferentes ministerio­s al Banco Nación y de allí a la entidad que usa la empresa privada. “Todo es trazable”, señaló el abogado que representa a los bancos extranjero­s que operan en el país. “Estamos peinando todas las cuentas”, afirmó, aunque destacó que es difícil que quienes están acusados de llenar bolsos de dinero lo hayan hecho a través de los bancos privados. “Negociaron fuera del circuito”, estimó el directivo.

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