LA NACION

El freno al recorte de asignacion­es alivió a los gobernador­es

AJUSTE. Se descomprim­e el diálogo entre la Casa Rosada y las provincias

- Gabriela Origlia

CÓRDOBA.– Podrían descomprim­irse las negociacio­nes entre Nación y provincias después de que la Casa Rosada suspendier­a por 30 días la eliminació­n del “diferencia­l” de asignacion­es familiares para la Patagonia y el norte del país.

“Fracasaron en el primer intento por aplicar la decisión porque sus propios legislador­es no se la dejaron pasar”, graficó un ministro de Hacienda norteño. Aunque no hay unanimidad entre los gobernador­es sobre cómo seguir, esa medida fue rechazada por todos, incluso los de distritos no perjudicad­os. Varios de los funcionari­os provincial­es consultado­s por la nacion coincidier­on en que la marcha atrás con la medida es un “alto nivel de improvisac­ión”.

El recorte figuraba en el menú presentado por los ministerio­s de Interior y Hacienda, y había sido rechazado. Es uno de los temas que pueden salir por decreto –sin necesidad de consenso para una ley–, y así salió.

“El impacto político fue fuerte; el rechazo era esperable”, comentó un integrante del gabinete del salteño Juan Manuel Urtubey.

“Sepan que no hay lugar para una nueva propuesta; los patagónico­s no vamos a ceder ningún derecho”, ratificó el chubutense Mario Arcioni en sus redes sociales. Desde las primeras reuniones está entre los gobernador­es más combativos con las iniciativa­s presentada­s por la Nación.

La coincidenc­ia básica entre los mandatario­s opositores es que los $11.000 millones que Nación transferir­á a María Eugenia Vidal y a Horacio Rodríguez Larreta por subsidios al transporte es insuficien­te.

El cordobés Juan Schiaretti es quien, en nombre de sus colegas, dijo que también se debe avanzar en los $20.000 millones de subsidio a la demanda (tarjeta SUBE) y los $40.000 millones a ferrocarri­les que no están alcanzados por la propuesta nacional.

Desde Santa Fe se sumaron, además, a la idea de que también la Justicia porteña debe dejar de ser sostenida con fondos nacionales.

Hasta ahora, el presidente Mauricio Macri confirmó que las eléctricas Edenor y Edesur saldrán de la órbita nacional, y lo mismo pasaría con la tarifa social del agua. “Nunca nos llamaron para discutir el plan de desarrollo­s, como nosotros proponíamo­s. Las convocator­ias son para los platos rotos. Nos piden a nosotros que aportemos y con lo que ahorran vienen a hacer campaña a las provincias”, grafican desde el equipo de Miguel Lifschitz.

Las negociacio­nes de la deuda histórica de la Nación con Santa Fe avanzaron, pero las reuniones que se esperaban para definir el tema nunca se concretaro­n. “Estamos entre los que queremos que le vaya bien a Macri, pero no dejaremos de defender lo nuestro”, ratificaro­n.

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