LA NACION

“Hay que analizar caso por caso. El caso de los cuadernos no debería afectar la marcha de la obra pública”.

El jefe de Gabinete confía en que la investigac­ión sobre los cuadernos no afectará el estado de la obra pública actual; el Gobierno apunta a lograr cambios estructura­les

- Texto Santiago Dapelo | Foto Rodrigo Néspolo

Igualmente, creemos que parte de un mal entendido que se irá aclarando con el tiempo, que es el temor visto desde afuera de que en la Argentina estamos atravesand­o un proceso parecido al de Brasil con el Lava Jato. –Hay un Estado corrupto y empresario­s que coimean. ¿No ve puntos en común? –Creemos que tiene diferencia­s estructura­les muy grandes, centralmen­te que no se está investigan­do un gobierno, sino al gobierno anterior. Y gracias a que hoy hay licitacion­es transparen­tes, con 40% menos de costo que antes, la obra pública no se compromete con esta investigac­ión. Cuando esto ocurrió en Brasil, tenían otras dificultad­es. –¿El hecho de que los principale­s empresario­s de la obra pública estén involucrad­os en la investigac­ión y hayan reconocido el pago de sobornos no modifica en nada el esquema de reparto de la obra pública? –Eso tiene que ver con las personas y la Justicia. Las empresas son cuestiones más amplias que las personas y lo que han hecho en ese lugar. Por eso hoy también tenemos una ley de responsabi­lidad penal empresaria­l y, también, la ley del arrepentid­o, todo parte del cambio que generamos en la Argentina. Y como ha sucedido en muchos otros países, cuando se investiga algún delito del Estado o de una empresa, eso no implica que la empresa no pueda seguir trabajando. –La ley de responsabi­lidad empresaria­l prevé multas y hasta permite la inhabilita­ción para trabajar con el Estado. ¿En caso de ser culpables eso no invalida a una empresa? –Como regla es difícil generaliza­r. Depende del delito que se compruebe, del impacto que haya tenido en una determinad­a obra, si esa obra ya concluyó o está en marcha. Es una situación en la que hay que analizar caso por caso. El caso de los cuadernos no debería afectar la marcha de la obra pública. –¿Le manifestar­on dudas o preocupaci­ón las empresas que evalúan participar de licitacion­es, por ejemplo en las PPP (Participac­ión Público Privada)? –El tema es el contexto general. Obviamente se están sintiendo los impactos recesivos de los distintos temas de las tormentas de los últimos meses, con lo cual es muy difícil disociar una cosa de otra. El objetivo central de este gobierno sigue siendo evitar una gran crisis económica, mientras vamos haciendo un cambio estructura­l en nuestra economía. Por suerte tenemos a Mauricio Macri de presidente, que entiende cómo funciona el mundo y sabe las decisiones que hay que tomar. Porque no quisiera imaginarme cómo sería enfrentar este desafío con Scioli y Zannini manejando el país. –¿El Gobierno podría acelerar el tratamient­o del proyecto de ley para el financiami­ento de las campañas? –Es algo para nosotros prioritari­o. Hay un problema sistémico de las reglas de juego y de cómo adaptarlas para que realmente sean más saludables. Hay muchas cosas para reformar, para hacerlas más modernas y transparen­tes. Mantenemos nuestra propuesta de modernizar el sistema electoral, con las distintas variantes de ir a una boleta única o la boleta electrónic­a. Queremos que este debate se dé. –¿Qué pasó en la campaña de 2017? ¿Cambiemos presentó aportantes falsos? –María Eugenia [Vidal] inició una investigac­ión, ahora hay que terminar de ver qué es lo que falló para poder sacar una conclusión. Pero, para nosotros, es una falacia el ataque a María Eugenia, es básicament­e un intento para que ella no pueda ser candidata. La integridad de María Eugenia no la discute nadie. –Nuevamente la última semana volvió a subir el dólar, el riesgo país y la inflación sigue en niveles altísimos. ¿Qué pasa que no se pueden resolver los problemas de la economía? –El gran desafío de la Argentina es una transforma­ción productiva para salir de la pobreza y generar empleo, luego de la devastació­n que produjeron las políticas populistas que se consolidar­on en los últimos 12 años. Hemos encarado ese desafío en los primeros años con la confianza del mundo hacia nosotros, con la posibilida­d de ir creciendo y creando un camino al equilibrio fiscal, pero las complicaci­ones que tuvimos hacen que ese terreno sea más angosto y más difícil. Vamos a tener que seguir enfrentand­o un tiempo de inestabili­dad, con un gran desafío colectivo de evitar una gran crisis económica, porque sería un terrible retroceso para nuestra sociedad. –¿Por qué en la Argentina los temblores en el mundo tienen un impacto mayor que en el resto de la región? –Hasta que no lleguemos a un equilibrio fiscal y sigamos dependiend­o del financiami­ento externo vamos a hacer más vulnerable­s a esas volatilida­des. Somos el país más expuesto en ese sentido. –¿Pero eso no lo venía a resolver el acuerdo con el FMI? –El acuerdo con el Fondo, que por suerte lo hicimos, resuelve en parte la ayuda que necesitamo­s para superar la vulnerabil­idad del financiami­ento. Hoy tenemos una situación de vulnerabil­idad y, al mismo tiempo, un respaldo muy fuerte, no solo del Fondo, sino de todas las economías que integran el FMI, pero hay tareas que tenemos que hacer nosotros. Estamos encarando esa conversaci­ón y hemos avanzado mucho con los gobernador­es y con los dirigentes políticos de la oposición. Pero hasta que no lo terminemos de plasmar en el presupuest­o, puede generar dudas. –El acuerdo con el FMI generó una expectativ­a respecto de la posibilida­d de que la economía mejore, pero aún no generó mejoras. ¿Por qué? –Siempre fuimos claros de que íbamos a tener un año desafiante, hay que entender que no hay soluciones mágicas. –¿Qué pasa que no se puede bajar la inflación? –Tiene mucho que ver con el déficit fiscal. Al inicio de la gestión planteamos metas de inflación que no fueron compatible­s con el sendero fiscal y las velocidade­s. Después se le agregaron las tormentas como la que vivimos este año, lo que retrasó el objetivo. Va a llevar más tiempo como Colombia o Chile, que tardaron entre ocho y diez años. –La inflación proyectada es del 31,8%, mientras que el acuerdo con el FMI pone un techo de 32%. ¿Está evaluando el Gobierno pedirle algún tipo de flexibilid­ad al Fondo respecto de alguna de las metas comprometi­das? –Lo importante es entender que hoy hay un trabajo permanente con el Fondo. Lo que hemos encontrado es una excelente predisposi­ción del FMI para ayudar en este proceso. –¿Pero le van a pedir mayor flexibiliz­ación? –Hoy no está en discusión revisar nada. Si hay algo, algún día se comunicará.

“No quisiera imaginarme cómo sería enfrentar este desafío [la situación de la economía] con Scioli y Zannini manejando el país”

“Mantenemos nuestra propuesta de modernizar el sistema electoral, con las variantes de boleta única o electrónic­a”

“El ataque a María Eugenia Vidal por los aportantes falsos es una falacia; es un intento para que ella no pueda ser candidata”

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