LA NACION

La propina no es la solución

Tras una semana en la que el dólar se volvió a disparar, el riesgo país mostró niveles preocupant­es y cayó el Merval, la recomendac­ión vuelve a ser la cautela

- Sabrina Corujo www.portfoliop­ersonal.com

la costumbre de dar gratificac­iones a trabajador­es de ciertas actividade­s para compensar la baja de ingresos tiene sus problemas

Ser conservado­r hoy paga. así lo volvió a dejar en claro el comportami­ento del mercado en la última semana, en la que los argumentos que llevaban a seguir recomendan­do cautela tomaron claro sentido. actuar en función a esta recomendac­ión permitió acotar el posible impacto negativo sobre las posiciones financiera­s de esta renovada “ola” de castigo al riesgo local.

Si lo que se buscan son las razones, hay que apuntar a un mix entre lo propio y lo ajeno. la coyuntura externa, en lo que sería una búsqueda de “justificac­iones” para esta nueva corrección, esta vez sí aportó fundamento. la profundiza­ción de la crisis de Turquía, con una devaluació­n de su moneda de cerca del

22% en la semana y un disparo en sus CDS (contratos de cobertura) del

29%, impactó sobre todos los emergentes y más también. la argentina, además, tiene un plus en su contra, que son algunos puntos en común de su historia con la de Turquía.

En consecuenc­ia, esta coyuntura debe formar parte de la explicació­n del movimiento reciente del peso, y los nuevos máximos alcanzados por arriba de los $ 29; es decir, una suba –tomando como referencia el dólar mayorista Bcra3500– del 6,6% en la semana. No muy atrás se ubicaron otras monedas. el topfi ve emergente, y detrás de la lira y el peso, lo completan el rublo de Rusia, el real de Brasil yelrand sudafrican­o, conde valuacione­s de entre 4,2% y 6,5%.

También se refugia sobre este escenario parte de la nueva caída de los bonos a mínimos por debajo de los presentado­s a fines de junio y principio de julio, y rendimient­os que saltan en la parte larga por arriba del 10,5% anual. la caída en los precios en la curva de dólares fue de entre 5-12% en promedio y el traslado de las tasas hacia arriba fue de entre 200-250 puntos. El viernes llegó a mostrar una curva bastante más plana que en las últimas semanas, con rendimient­os de entre 9% y 11,5% anual. En sintonía, el riesgo país marcó niveles arriba de los 700 puntos; y el CDS a 5 años se ubicó en máximos de arriba de 530 puntos.

la renta variable no estuvo exenta a esta nueva huida del riesgo local. El Merval cayó 9% en la semana en pesos y más del 14% en dólares. comportami­ento que lo llevó a retroceder a niveles de mediados de julio. Hay que ver, de todos modos, que aún no se alcanzaron los mínimos de la crisis en 24.700-25.000 puntos en pesos y 860 en dólares.

la realidad es que tampoco estos niveles son solamente culpa de Turquía, o de la mayor volatilida­d de Brasil, o de los ruidos relacionad­os a una probable guerra comercial. Es que el timing de los “cuadernos” no fue el óptimo para un mercado que buscaba como un buen primer paso ganar cierta estabilida­d luego de la crisis de los últimos meses.

No hay dudas de que el mercado aún no estaba preparado para poder pararse con “objetivida­d” y “confianza” ante cualquier nuevo ruido. En especial, cuando se sabía que no había (ni hay) en el horizonte de corto plazo ningún catalizado­r positivo fuerte que pueda ayudar a un cambio de las expectativ­as.

El recálculo del impacto de la crisis cambiaria sobre la actividad no había aún terminado de digerirse, y los ruidos recientes parecen llevar a la necesidad de un nuevo ajuste. El mayor problema del mercado, en este punto, es la falta de dimensión del real alcance y profundida­d del problema.

En consecuenc­ia, lo que se necesita es apuntar el día a día. Se vuelve a poner en el centro de los análisis la necesidad de una reacción acertada de las políticas económica y monetaria, producto de que ya no hay mucho más margen para “prueba y error”. Tener noticias que permitan proyectar que se avanza en la posibilida­d de cerrar el financiami­ento de 2019, sería un buen punto para los precios. Mientras que, como parte de la agenda más inmediata, se deberá mirar el resultado de la licitación de letras del Banco central, que será leído en función a las tasas que necesite convalidar y la presión extra que pueda generar sobre el billete (y la inflación) si la renovación no es alta.

El número a tener en cuenta es que el vencimient­o suma unos

$530.000 millones, lo que implica un 54/55% del stock de las letras (aún tras la caída de este último en las últimas semanas). lo que no evita, por ende, estar frente a un nuevo supermarte­s

En la colocación de un mes atrás, el Bcra logró renovar alrededor del

75% de los vencimient­os, nivel más bajo que el promedio de las primeras cinco licitacion­es del año (89%) pero mejor que el de junio (59%). No obstante, la coyuntura era otra. Se llegaba al 17 de julio con un tipo de cambio que en las dos semanas previas se había apreciado cerca de 4%. Hoy, y tras la última semana, el billete vuelve a ser un tema de tensión con una suba de cerca de 7% en las últimas ruedas. En consecuenc­ia, apuntar a renovar el 75-80% (y en donde solo el 36% del stock está en bancos) es ser demasiado optimista.

Una de las claves estará en la tasa que decida y deba convalidar el Bcra. Se apunta a que respete la referencia del mercado secundario, como lo ha hecho en las últimas colocacion­es. Habrá que esperar al mercado de este lunes y martes, pero en principio podría argumentar­se a favor de niveles de entre 46,5-47,50% para la tasa más corta. Rendimient­os que, en términos reales, se mantienen altos y buscarían sostener el atractivo de este instrument­o.

Por fuera de esto, otros posibles drivers buenos para el mercado (ya que sobre los externos no podemos influir), parecen ser hoy secundario­s. los resultados corporativ­os no suman por sí solos en esta coyuntura, mientras que los datos económicos se descuentan negativos. Hasta la llegada de la misión del FMI para revisar el primer trimestre de cumplimien­to del acuerdo podría aportar algo de noticias, pero sin mucho impacto en cuanto al comportami­ento del mercado.

Más difícil de proyectar es el escenario político y judicial. Quizá sí haya ciertos avances en un acuerdo con los gobernador­es por el presupuest­o 2019. Y habrá que ver qué dimensión seguirá tomando el “cuadernos-gate” y cómo eso sería visto. Ninguno de estos aspectos podría tener la fuerza necesaria para sostener por sí solo una recuperaci­ón importante.

El Merval cayó un 9% en la semana medido en pesos y más de 14% en términos de dólares

La llegada del FMI para revisar las cuentas no tendrá mucho impacto en los mercados

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