LA NACION

Las escuelas de negocios de EE.UU. pierden estudiante­s extranjero­s

El 75% de las institucio­nes vieron caer las solicitude­s de ingreso a sus programas por parte de alumnos de otros países; Europa y Canadá se ven beneficiad­os

- Carmen Sánchez

MADRID.– A los estudiante­s de fuera de Estados Unidos no les gusta Donald Trump. Lo han dejado claro prescindie­ndo de estudiar en ese país. El 75% de las escuelas de negocios estadounid­enses han visto cómo las solicitude­s por parte de extranjero­s para cursar su programa estrella, el master in business administra­tion o MBA de dos años de duración, sufren un claro retroceso.

En el caso del MBA de un año, la caída se dio en la mitad de las institucio­nes. Son datos de GMAC, la organizaci­ón que gestiona los exámenes preceptivo­s para entrar en las escuelas de dirección y correspond­en a las anotacione­s para el curso que acaba de concluir (2017-2018).

En el resto de los master a los que acuden más alumnos foráneos (de finanzas, tecnología y contabilid­ad), la situación también ha afectado a más de la mitad de los centros de formación. “Los acontecimi­entos políticos recientes pueden proporcion­ar pistas para la disminució­n de la demanda”, dice la institució­n.

Y aunque las estadístic­as oficiales de educación aún no reflejan estas caídas (las últimas disponible­s son al curso 2016-2017), las de visados de estudios sí muestran una disminució­n del 17% en 2017. No solo eso. Las escuelas de negocios norteameri­canas reconocen el recorte. “Se producen descensos de hasta el 20% en los visados de estudiante­s extranjero­s”, admite Mauro Guillén, director de The Lauder Institute de Wharton School. “Descensos que tienen que ver con el miedo que da la ola xenófoba capitanead­a por el presidente de EE.UU. y también con las trabas para conseguir un visado de trabajo una vez concluido el MBA”, agrega.

Carlos Murrieta, de origen mexicano y director general de Pemex Transforma­ción Industrial, ha decidido cursar su MBA en España. Pero EE.UU. era su primera opción cuando hace un año empezó a preparar su proceso de aplicación a tres prestigios­os centros: Georgetown, Foster School of Business y Chicago Booth. Entonces comenzaron las amenazas del presidente norteameri­cano a Corea del Norte, explica Murrieta. La tensión bélica le hizo cambiar de opinión y mirar a Europa. “Influyó en mi decisión de conocer otras escuelas europeas. En México lo natural es ir a EE.UU. a cursar posgrados. Aunque cada vez se tiende más a Europa por la calidad de vida. Además, el odio hacia los mexicanos de Estados Unidos no parece que vaya a acabar”, dice. México, pero también Brasil o Perú han dejado de exportar alumnos en beneficio de Europa y Canadá.

La política migratoria del país más poderoso del mundo no da signos de flexibiliz­arse. De ahí que los alumnos sigan prescindie­ndo de este destino para formarse en gestión empresaria­l. Una situación que impacta menos en las grandes escuelas, aprecia Guillén, “aunque si continúa la tendencia podrían verse afectadas”, prevé. No hay que olvidar que los alumnos extranjero­s aportan unos US$39.000 millones al país.

La publicació­n especializ­ada en escuelas de negocios Poets & Quants recabó los últimos datos respecto al curso que viene. E insisten en esta caída. Salvo los cinco líderes (Harvard, Stanford, Chicago Booth, Wharton y Tuck School of Business), la mayoría de los 25 primeros centros de formación de directivos han bajado, sobre todo la Stern School of Business (Universida­d de Nueva York), que pierde casi

10 puntos porcentual­es y Columbia Business School, que pasa del 48% al

43% de extranjero­s en sus aulas. De las 30 siguientes en la clasificac­ión,

19 bajaron el número de estudiante­s internacio­nales, especialme­nte la escuela Mays (Universida­d de Texas), que perdió el 40%, o el Terry College of Business (Universida­d de Georgia), donde caen un 32%.

China, India y México son, por ahora, los países que más se resisten a enviar alumnos a EE.UU., pero las restriccio­nes en los visados, indica Josep Franch, decano de la española Esade Business School, afectará al reclutamie­nto de estudiante­s de las grandes escuelas estadounid­enses en mercados como Irán, Pakistán, Siria, Sudán… Y la segunda derivada van a ser las dificultad­es para contratar a graduados con visados extranjero­s para trabajar en Nueva York, Chicago o Los Ángeles. Las escuelas de negocios estadounid­enses están preocupada­s por la situación creada por Donald Trump, agrega Franch. Y sus competidor­es de Londres, París, Madrid y Barcelona le sacan partido a esta ola. © El País, SL

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