Director de muchos éxitos comerciales, Luis Agustoni regresa pero como actor, junto a Catherine Fulop
Fue el director de éxitos como Brujas o El protagonista, pero tuvo deseos de regresar sobre el escenario, junto con Catherine Fulop al frente de una obra de Simon Stephens
Hace diez años que no se presentaba en el circuito comercial. En realidad su trabajo allí estuvo más ligado a la dirección que a la actuación (Brujas, Los lobos, El protagonista, entre otras). En 2005 puso en escena Loca, de Tom Topor, en el Multiteatro y luego se replegó a su espacio dentro del ámbito alternativo, El Ojo. La novedad de esta temporada es que Luis Agustoni regresa, acompañado por Catherine Fulop, para participar como actor y director de Heinsenberg, el principio de incertidumbre, del inglés Simon Stephens, con funciones que se llevan a cabo en el teatro Regina.
Stephens es un joven autor ligado al teatro desde fines de los años 90. Asociado al Royal Curt Theatre de Londres produjo una serie de textos dramáticos que lo fueron consolidando como uno de los exponentes más destacados de su generación. Heinsenberg, por ejemplo, estrenada en 2015, se ha presentado tanto en Inglaterra como en los Estados Unidos. Otra de sus piezas reconocidas, El curioso incidente del perro en la medianoche mereció el premio Oliver (2013) y el Tony (2015). Frecuentemente, también es representado en Europa.
Heinsenberg, el principio de la incertidumbre alude al trabajo del físico alemán Werner Heinsenberg, quien contribuyó notablemente al desarrollo de la teoría cuántica. La historia muestra la relación entre un hombre de 75 años y una mujer de 42 que se conocen en una estación de trenes. Ambos poseen cualidades muy diferentes, pero la misma necesidad de estar un poco menos solos.
“Es una obra pequeña, intimista, con personajes que manejan sus destinos a partir de los afectos –explica Agustoni–. Tiene, además, un humor muy fino que descansa en los actores. Me interesó su estilo, su teatralidad. El autor describe de manera muy detallada cómo funcionan los seres humanos en la intimidad. Durante la lectura, cuando llegué a la tercera página, sentí el espíritu de Chéjov. Esa clase de teatro que se concentra en la vida común, de personas comunes, que luchan por alcanzar la felicidad”.
El actor, director y también dramaturgo es la primera vez que trabaja con Catherine Fulop. Nunca la había visto en teatro pero en los ensayos descubrió que ella posee un potencial que le impactó. Esos ensayos han tenido, además, una dinámica muy atractiva y Luis Agustoni la relata de la siguiente manera: “Mi amigo Juan Carlos Gené, a quien extraño mucho, actuaba y dirigía y no era muy afecto a hacerlo. Un día me dije: ‘Si vos lo hacés por qué no lo hago yo’. Uno no puede hacer las dos cosas al mismo tiempo. Cuando dirijo me detengo en el trabajo del otro, yo solo tiro letra. Después de que todo está armado entra un director asistente. En este caso Miguel Kott, que se ha formado conmigo y él condujo mi trabajo”.
La pieza posee un humor muy singular. Agustoni habla de “un humor doble”. Por un lado está el de los personajes y, por otro, el que deviene de las situaciones por las que ellos atraviesan. “Cuando definís con mucha precisión las características de una persona – dice el creador– siempre te detenés en un costado que provoca risa. Hasta cuando uno se piensa a sí mismo hay un detalle que te hace reír. Yo interpreto a un hombre cascarrabias, muy cerrado, a quien denomino ‘el Sr. No’ y el personaje de Catherine es explosivo, vital, impulsivo. Todo lo dice sin anestesia. Ese desempeño es muy cómico”.
Respecto de la trama, allí aparecen pequeños enredos que van construyendo una historia que no permite establecer con precisión hacía dónde va la relación. También aquí Agustoni encuentra cierta relación con la obra chejoviana. “Ese humor amable, sutil –dice–. Sin duda ambos son autores que aman a sus personajes”.