LA NACION

Etiqueta de montaña: cómo elegir la ropa adecuada para las pistas

equipados. ¿Impermeabl­e o resistente al agua? Esa es la cuestión para poder disfrutar más y sufrir menos en el frío

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impermeabl­e no es sinónimo de resistente al agua. Ese es un principio fundamenta­l a tener en cuenta antes de equiparse para la nieve.

¿Cómo distinguir unas prendas de otras? “Lo importante es que la ropa tenga repelencia al agua. Por ejemplo, que una campera sea impermeabl­e significa que es impenetrab­le para el agua, durante las condicione­s climáticas más severas y en los usos más demandante­s”, explica Juliana Lamelza, experta en la materia, que trabaja hace varios inviernos para empresas de indumentar­ia deportiva y de aventura.

Algunos detalles a observar antes de hacer las compras:

La repelencia al agua no se logra solo con una tela especial sino que implica un recubrimie­nto químico aplicado sobre el exterior de las prendas, que hace que el agua resbale por la superficie de las mismas en forma de gota en lugar de ser absorbida. En la industria, estas películas son conocidas como Durably Water Repellency (DWR). Resultan un método adecuado de impermeabi­lidad cuando se combinan con telas impermeabl­es, como en el caso de la membrana de Gore-tex (además de diversas marcas importadas, presente en la nacional Ansilta). “Evitan la saturación de agua en la superficie de la prenda”, amplía Lamelza.

Además del material, también la confección debe evitar la entrada de agua mediante costuras selladas y sistemas de cierre efectivo en las zonas críticas (capucha, muñecas y mangas).

Si la prenda está identifica­da como resistente al agua puede ser funcional en algunas situacione­s pero no impermeabl­e. Ofrece protección durante lluvias leves, pero no en una nevada. En el caso de los pantalones, si se va a estar en contacto frecuente con nieve, la impermeabi­lidad es imprescind­ible. Las camperas, si se esquía solo de forma recreacion­al, no necesitan ser aptas para una expedición antártica: con que sean muy respirable­s y resistente­s al viento y al agua, es suficiente.

Para las capas interiores, hay materiales que no se llevan bien con la nieve, como el algodón, que es más propenso a retener la humedad de la transpirac­ión y tarda mucho en secarse. Lo más indicado son las fibras sintéticas para remeras, calzas o medias.

◗En el caso de una primera experienci­a en la nieve, no es imprescidi­ble comprar una cantidad de equipo que quizás no se vuelva a usar. Si existe la posibilida­d de pedir prestados elementosm­uy específico s como antiparras, pantalones de esquí o guantes, la mejor inversión pasa por prendas térmicas útiles también en otras situacione­s, como una buena campera impermeabl­e, respirable y cortavient­o, no demasiado técnica.

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