Algunas experiencias exitosas
Florencia Ripani, directora nacional de Innovación Educativa, asegura que la posesión de celulares entre alumnos de escuelas secundarias “es universal”. En la primaria, tres de cada cuatro egresados tienen el suyo. En las evaluaciones Aprender 2017, el 74% de los 900.000 estudiantes respondieron que les gustaría que la escuela enseñe o aborde los usos de nuevas tecnologías. “A veces se trata de generar movilidad de abajo hacia arriba”, explica la funcionaria, que antes de desembarcar en el Ministerio de Educación gerenció proyectos digitales para la BBC. En esta línea, cita a la Maratón de Robótica y Programación, que busca el desarrollo de soluciones a problemas relacionados con la contaminación y el derecho a un ambiente sano. Ya participaron más de siete mil alumnos.
“Los celulares son laboratorios de recursos de ciencias”, agrega Ripani, que también destaca dos proyectos surgidos en las aulas del interior. A fines de 2015 los alumnos de quinto año del Colegio Nacional de Ushuaia presentaron Testcoholemia, una aplicación para calcular el índice de alcoholemia de una persona y prevenir el consumo excesivo, que además dispone de una investigación sobre el problema y una agenda con teléfonos de emergencia, taxis y remises. Durante las horas de Biología, los adolescentes fueguinos investigaron sobre toxicología, aprendieron diseño de aplicaciones y pusieron el desarrollo a disposición de los usuarios de Android y IOS. Por su “innovación e inclusión significativa de las nuevas tecnologías”, la OEA y Microsoft premiaron su idea entre otras 4400 propuestas.
El desarrollo estudiantil de aplicaciones tuvo otro hito a principios del año pasado, cuando los alumnos de tercer año de la Escuela Técnica N°1 de Bragado volvieron a recurrir a la tecnología QR para diseñar un circuito turístico autoguiado para la ciudad bonaerense. Después de aprender los detalles en la materia Lenguaje Tecnológico, colocaron códigos en 34 puntos de interés. Una vez escaneados, llevan a una ficha en la página web del municipio con imágenes, videos, textos y audios descriptivos. Desde entonces, locales y visitantes pueden saber más sobre la historia y el presente de lugares como el aeródromo, centros culturales, bibliotecas, clubes, escuelas, iglesias, paseos, edificios públicos y plazas. “Es una herramienta potente y versátil que puede adaptarse a cualquier uso”, celebró el director Pablo Cortez.