Calcaterra negó haber pagado sobornos para quedarse con las obras del Sarmiento
El primo del Presidente se despegó de Odebrecht y dijo que la obra solo tiene anomalías técnicas
Ángelo Calcaterra volvió a pisar los tribunales de Comodoro Py, pero esta vez no admitió culpas como ocurrió la semana pasada. El primo del presidente Mauricio Macri negó ayer todos los delitos que se le imputan por el soterramiento del tren Sarmiento, un millonario contrato que obtuvo la firma Iecsa junto a Odebrecht.
El empresario adelantó ayer su indagatoria (prevista para hoy) para rechazar cualquier ilícito en el contrato sospechado por distintas irregularidades y sobornos dentro de la investigación conocida como Lava Jato en Brasil.
Calcaterra sostuvo en el escrito que presentó ante el juez Marcelo Martínez de Giorgi que la licitación adjudicada por el gobierno kirchnerista a su empresa ocurrió dentro de la legalidad, ya que cumplió con todos los requerimientos del Estado, informaron fuentes judiciales.
El primo del Presidente sostuvo que el detallado informe de la Procuraduría de Investigaciones Administrativas (PIA) con las distintas irregularidades en la adjudicación del contrato eran faltas administrativas que no constituían delito alguno.
Su defensa intentó diferenciarse de Odebrecht, la empresa involucrada en un escándalo de corrupción global que tiene prácticamente un pie afuera de la Argentina.
Calcaterra afirmó que si los brasileños cometieron algún ilícito, su constructora lo desconocía y atribuyó las acusaciones contra Odebrecht como versiones periodísticas, informaron fuentes judiciales.
Pero ese argumento podría ser refutado cuando Brasil envíe las delaciones premiadas, un escenario que ocurriría en las próximas semanas después del acuerdo firmado por el Ministerio Público Fiscal con su par brasileño, que abastecerá de pruebas a las investigaciones locales.
Tal como reveló la nacion, el ejecutivo Luiz Antonio Mameri identificó ante la Justicia brasileña a uno de los máximos ejecutivos de la constructora Iecsa como el responsable de coordinar el pago de los sobornos a funcionarios argentinos para soterrar el tren Sarmiento.
Mameri detalló que Odebrecht desembolsó US$2,9 millones, que se canalizaron a través de Javier Sánchez Caballero, entonces CEO de Iecsa.
Calcaterra fue uno de los primeros arrepentidos en el caso de los cuadernos de las coimas al confesar que hizo pagos ilegales al kirchnerismo para financiar su campaña electoral. Sánchez Caballero siguió sus pasos también con el mismo argumento.
Ninguno confesó el pago de sobornos, aunque los investigadores intentan unir ese dinero negro que aparece en los cuadernos de las coimas con los sobornos confesados por los ejecutivos de Odebrecht en Brasil.
Las pruebas
Calcaterra, que vendió la constructora Iecsa el año pasado, volvió a plantear ante el juez Martínez de Giorgi que por el soterramiento del Sarmiento nunca participó de ningún ilícito, a pesar de que hay más pruebas que lo incriminan.
Sánchez Caballero aparece en correos electrónicos vinculados al pago de sobornos (que se identificaba con las siglas DGI) a través de una consultora de Manuel Vázquez, testaferro del entonces secretario de Transporte Ricardo Jaime.
Ante la Justicia, Calcaterra sostuvo ayer que la contratación de esa consultora fue totalmente legal, que los pagos se hicieron en blanco y fueron registrados en los libros de Iecsa.
No fue el único. Tres de las cuatro empresas que integraban el consorcio que ganó la obra le pagaron “honorarios” durante años al testaferro de Jaime por “servicios de consultoría”. Los pagos a Vázquez comenzaron meses antes de que el gobierno llamara a licitación por esa obra. Los investigadores remarcaron que dicha consultora era solo una cáscara para recibir sobornos.