El PT se movilizó en respaldo a Lula para inscribirlo como candidato
Hubo miles de militantes en Brasilia en apoyo a la fórmula que integra con Haddad
RÍO DE JANEiRO.– Demostración de fuerza. Respaldado por decenas de miles de simpatizantes, el Partido de los Trabajadores (PT) registró ayer ante el Tribunal Superior Electoral (TSE) en Brasilia la cuestionada candidatura del encarcelado Luiz inacio Lula da Silva para las elecciones del 7 de octubre, pese a que la legislación no permite que un ciudadano condenado penalmente compita por un cargo electivo.
Al filo de que venciera el plazo para la inscripción de las fórmulas partidarias, el PT anotó como postulante a la presidencia a Lula y al exalcalde de San Pablo Fernando Haddad como vice. Según las encuestas, el exmandatario sería hoy quien más caudal de votos recibiría, en torno al 30%, muy por encima de los otros candidatos. La estrategia consiste en que, una vez que sea impugnado el nombre de Lula, Haddad asuma la titularidad y vaya finalmente acompañado por la joven líder del Partido Comunista de Brasil (PCdoB), Manuela D’Avila.
El trámite ante el TSE –que podría haber sido hecho por internet– fue convertido en un evento proselitista por el PT. En el acto fue leída una carta escrita por Lula en su celda de la superintendencia de la policía federal en Curitiba, donde cumple una condena a 12 años por corrupción y lavado de dinero, en una causa vinculada al Lava Jato. “La ley electoral garantiza que solo no sería candidato si muriese, renunciase o fuese arrancado por la Justicia Electoral. No pretendo morir, no considero renunciar y voy a pelar por mi registro hasta el final. No quiero favores, quiero justicia. No cambio mi dignidad por mi libertad”, señaló Lula en la misiva leída por Haddad ante más de 10.000 militantes del PT y de movimientos sociales.
Según falló el año pasado el juez federal Sergio Moro, de Curitiba, y luego, en enero último, el Tribunal Regional Federal de la 4ª región, en Porto Alegre, Lula recibió de la constructora OAS un departamento tríplex en el balneario de Guarujá a cambio de garantizar a la empresa contratos con la estatal Petrobras durante su gobierno (2003-2010). En referencia al soborno en especie de esa causa, el combo LulaHaddad-D’Avila fue apodado desde- ñosamente como “fórmula tríplex”.
La Justicia Electoral tiene ahora hasta el 17 de septiembre para rechazar cualquiera de las 13 candidaturas registradas, pero se cree que la impugnación de Lula llegará pronto para evitar introducir más dudas en unas elecciones de por sí ya inciertas. Varios de los siete jueces del TSE ya advirtieron la importancia de respetar la llamada ley de ficha limpia, que establece que cualquier condenado en segunda instancia por un órgano colegiado es inelegible para un cargo público.
La duda ahora dentro del PT no es si Lula se volverá inelegible, sino cuándo. Sus estrategas de comunicación sueñan con usar al máximo la imagen del expresidente –que dejó grabados varios anuncios antes de ir a prisión, el 7 de abril– durante el horario gratuito de propaganda en radio y televisión, a partir del 31 de agosto, con la idea que la transferencia de votos del electorado sea más directa de Lula que a su reemplazante. Pero sus planes pueden recibir un duro revés si el TSE se expidiera antes de fin de mes.
En ese caso, el equipo de defensa de Lula ya tiene preparados pedidos de medidas cautelares ante el Superior Tribunal de Justicia (STJ) y el Supremo Tribunal Federal (STF) para que se permita la candidatura de Lula sub judice, es decir, mientras se espera que haya una sentencia fija de los tribunales superiores sobre la condena en segundo grado.
De las 13 candidaturas presentadas, en intención de voto le siguen a Lula el ultraderechista Jair Bolsonaro (del Partido Social Liberal, con 19%), Marina Silva (Red Sustentabilidad, 15%), Ciro Gomes (Partido Democrático Laborista, 10%) y Geraldo Alckmin (Partido de la Social Democracia Brasileña, 7%).