Entre los desafíos del envejecimiento poblacional se encuentran los de las ciudades, que necesitan adaptar sus espacios públicos y promover diferentes actividades para la integración social; evitar el aislamiento es una de las metas
ciales, del 25% o del 50% antes de la edad legal; si se hace esta opción, el beneficio definitivo luego se verá afectado por un descuento.
En también se admite el cobro anticipado y la penalidad por elegir esta alternativa puede reducirse si se pagan antes aportes extras. Según Arriazu, un rasgo interesante de este sistema es que “cada año se evalúa la dinámica demográfica del país” para determinar la viabilidad de los pagos.
Más allá de las pensiones, el envejecimiento plantea un desafío para los sistemas de salud. En la Argentina y según datos de la Asociación Civil de Entidades Médicas Integradas (Acami), en 2016 hubo un gasto anual per cápita de $1175 en la población de 30 a 34 años, cifra que se elevó a $1684 entre las personas de 50 a 54 años y a $2559 para los de 60 a 64 años. La suba siguió progresivamente y se disparó hasta $15.825 para quienes llegan a los 100 años.
Al margen de las soluciones necesarias para financiar los servicios médicos, se advierte que debe trabajarse en políticas de sociabilización y prevención. “Prever es la clave”, señaló Setsuko Saya, directora de Cooperación Internacional en la Oficina de Gabinete del Gobierno de Japón, al hablar en una capacitación sobre envejecimiento y ciudades, organizada por el Tokio Development Learning Center. El desarrollo de políticas de largo plazo, el diseño de indicadores estadísticos, el alza de la participación de los mayores en actividades sociales y laborales y la promoción de un hábitat confortable son algunas claves.
Algunas políticas están a cargo de gobiernos locales. En Toyama, Japón, una ciudad donde las personas de más de 65 años son el 28% de la población, el tema se planteó en el marco de un plan integral de sustentabilidad. Y así, por ejemplo, la mejora en el transporte público ayudó a luchar contra el sedentarismo. Además, se sumaron expertos en adultos mayores en 32 oficinas comunitarias y se construyeron dos grandes centros sociales: en uno se promueven actividades para los mayores; en el otro se ayuda a embarazadas, madres y bebés.
Otros casos de ciudades destacados por un informe de la OCDE son los de Colonia, Alemania, donde se construyen casas multigeneracionales para integrar a adultos mayores con estudiantes que necesitan vivienda, y los de rediseño de espacios públicos que hay en varios lugares para incentivar las caminatas.
La mayor expectativa de vida es sin duda un dato positivo. La manera en que se transita la última etapa de la vida y la forma de convivir son desafíos no menores. Sin un rol social activo para todos y sin previsión de recursos, el tema es visto como una dificultad. Para Emi Kiyota, gerontóloga e integrante de la iniciativa The Goblal Ageing Network, “el envejecimiento es un problema... Si el entorno no está preparado”.
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