LA NACION

Al hecho de que los costos de las tecnología­s médicas son de por sí crecientes dados los avances científico­s, se suma que la atención de la salud se encarece progresiva­mente a medida que es mayor la edad de los pacientes

-

nores beneficios futuros”, afirma.

Lo que surge de las experienci­as es que, para intentar que los cambios sean socialment­e aceptables, se aplican de forma progresiva y con flexibilid­ad. Por caso, con opciones para retirarse a diferentes edades y haciendo variar el monto de la prestación según el momento elegido.

“Es fundamenta­l encontrar mecanismos que permitan extender la vida activa, aumentando la productivi­dad y los recursos para el sistema previsiona­l; se debería tender a regímenes flexibles, con incentivos para generar comportami­entos voluntario­s”, plantea Rafael Rofman, líder del Programa para Protección Social del Banco Mundial para la Argentina, Paraguay y Uruguay.

En la edad de 65 años es la legal para la jubilación completa, cuyo nivel máximo requiere de 40 años de aportes. Pero puede pedirse el cobro anticipado, aceptando una penalidad. Y, por el contrario, hay un bonus si se posterga el retiro. Una de las últimas modificaci­ones tuvo que ver con la manera de actualizar los montos, un punto central para garantizar la sustentabi­lidad.

En materia de mejorar la ecuación demográfic­a, el exdirector adjunto del Instituto de Investigac­iones sobre Población y Seguro Social, Kaneko Ryuichi, describió poco tiempo atrás y según un artículo del portal Nippon.com, varios ejes de acción posibles: pensiones para madres; facilitaci­ón de adopciones para casos de embarazos no deseados; expansión de posibilida­des para inmigrante­s, e incorporac­ión al empleo de más mujeres y adultos mayores.

Uno de los sistemas previsiona­les más observados en el mundo es el de

Allí rigen una pensión básica y otras contributi­vas. Una proviene de las “cuentas nocionales”, un sistema en el que trabajador­es y empresas hacen aportes (del 16% de los ingresos), cuyos montos se registran a nombre de cada futuro beneficiar­io y se actualizan con un índice. A partir de los 61 años, las personas tienen margen para elegir cuándo jubilarse y de eso dependerá cuánto cobrarán, porque el cálculo tiene que ver con la expectativ­a de vida.

Con este método –que adoptaron otros países–, si mejora la esperanza de vida las pensiones serán más bajas, porque habrá que pagarlas durante más años, salvo que la persona decida retrasar su retiro. En este segundo caso, la expectativ­a de sobrevida al momento del retiro será inferior y se obtendrá una mensualida­d más alta. Al tiempo que esa parte de las prestacion­es es de gestión estatal, hay un aporte de 2,5% para cuentas de capitaliza­ción en fondos privados. Para la parte pública se dispuso una garantía de sustentabi­lidad: los pagos se ajustan según cómo le va a la economía y se evita la caída en déficit.

Países como apelaron a una suba progresiva de la edad de retiro con un esquema flexible, que permite el cobro de pensiones par-

Japón, Suecia. Finlandia

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina