Un feliz puente musical en el Río de la Plata
Julián (2018, argentina) Dirección: Chalde. producción periodística y Martín Graziano. textos en off: edición: Alejandro Parisow, Santiago Parisow. Andrés producción general: Mayo. ATP. 75 calificación: Duración: minutos
El puente entre la música argentina y la uruguaya se ha tendido hace mucho, pero
Charco es una película que lo aprovecha con imaginación, sensibilidad e inteligencia. Con Pablo Dacal, noble e inquieto cantautor criollo, como narrador, entrevistador y elegante maestro de ceremonias, el documental traza un mapa muy colorido de la canción rioplatense, con el foco puesto sobre todo en la tradición edificada a partir de los 60, cuando la explosiva aparición de los Beatles revolucionó el panorama cultural a escala planetaria. Los testimonios de los entrevistados son concisos e ilustrativos (Fito Páez se luce con una sintética explicación técnica de la “androginia musical” de CharlyG ar cía ). Y las intervenciones musicales, un enorme valor agregado, por su singularidad y su aplomo (acompañada por Fer Isella al piano, Vera Spinetta rinde un dulce homenaje a su padre con una versión delicada de “Quedándote o yéndote”, del álbum Kamikaze, por citar apenas un caso). Aparecen muchos artistas –Jorge Drexler, Fernando Cabrera, Hugo Fattoruso, Gustavo Santaolalla, Palo Pandolfo, Daniel Melingo, Pablo Lescano, Ana Prada, Martín Buscaglia, Onda Vaga y Jorge Serrano, entre otros– y también la idea valiosa de rescatar la tradición, ya no con afán museístico, sino en su papel de “herramienta para encontrar la libertad”, como afirma convencido el propio Dacal.