Lanatta: “Aníbal fue el responsable del triple crimen”
Apuntó contra el exjefe de Gabinete y señaló su presunta responsabilidad como autor intelectual de los asesinatos de jóvenes empresarios ocurridos en 2008, en General Rodríguez
Condenado a cadena perpetua y protagonista de una cinematográfica fuga por la que está de nuevo en el banquillo, Martín Lanatta acusó ayer a Aníbal Fernández como “responsable intelectual del triple crimen de General Rodríguez”. Durante más de tres horas dio testimonio frente a un tribunal en La Plata y aseguró que facilitaba licencias para la portación de armas y recaudaba dinero para el exjefe de Gabinete.
“Creo que hasta el juez se rió y le preguntó en forma irónica si no tenían un cuaderno Gloria” Aníbal Fernández exjefe de Gabinete
LA PLATA.– Martín Lanatta, uno de los tres detenidos que protagonizaron la fuga de la Unidad Penal N° 30 de General Alvear, no se guardó nada y, en la tercera jornada del juicio oral por esa evasión, disparó contra Aníbal Fernández, el exjefe de Gabinete de Cristina Kirchner. “A Fernández lo hago responsable intelectual del triple crimen de General Rodríguez e ideólogo de la fuga”, dijo.
Además, aseguró que cobraba mucho dinero para hacer los trámites en el Renar que permitían acceder a portaciones de armas de fuego. “Cobraba hasta US$ 10.000 por conseguir la portación de armas por fuera del Renar, que iban para la Corona y para Aníbal”, aseguró. En su declaración Lanatta, además, comentó que conocía al exfuncionario desde que era intendente de Quilmes y precisó que trabajaba para su mano derecha (el expresidente de Quilmes José Luis) Meiszner.
Consultado por la nacion, Aníbal Fernández descartó los dichos de Lanatta, al asegurar que “es increíble que todavía se siga escuchando a los condenados de un triple crimen”.
Y agregó: “No gano nada enojándome con este tipo que está en la cárcel. Es evidente que me quieren seguir ensuciando. Yo no estoy mencionado en la causa del triple crimen de General Rodríguez. Están condenados y por dinero pueden decir cualquier cosa. No estoy caliente, pero sigo con bronca por la operación de prensa que hicieron en 2015, en el programa del periodista Jorge Lanata, poco antes de las elecciones”.
Martín Lanatta había prometido realizar una extensa declaración en sede judicial de más de cinco horas. Pero finalmente se conformó con tres horas en donde aseguró que la Morsa que había sido mencionada en la causa del triple crimen de General Rodríguez (de lo que se informa por separado) era efectivamente Aníbal Fernández, tal como había sido mencionado en 2015 en el programa criticado por el exfuncionario.
Lanatta contó, además, que las autoridades del penal de General Alvear le realizaron una oferta: lo ayudarían a fugarse de la cárcel, junto con su hermano Cristian y Víctor Schillaci, si grababa un video para retractarse de lo dicho en el programa de televisión Periodismo Para Todos. En aquel programa se vinculó al exjefe de Gabinete de Cristina Kirchner con el tráfico de efedrina, un precursor químico utilizado por carteles narcos mexicanos para la fabricación de drogas sintéticas.
Fernández insistió en que las declaraciones de Martín Lanatta se modifican día a día. “Es evidente que son capaces de decir cualquier cosa por plata. Quieren dinero. Yo no sigo este juicio, pero tengo amigos que me mandan WhatsApp y me comentan lo que sucede. Creo hasta el juez se rió y le preguntó en forma irónica si no tenían un cuaderno Gloria [en referencia al más resonante caso de corrupción durante la gestión kirchnerista]. Pero en definitiva lo cierto es que yo no aparezco en el expediente ni del juicio del triple crimen ni en este que se le lleva adelante contra tres personas que se fugaron”, dijo.
En su declaración Lanatta apuntó también a dos jefes del servicio penitenciario. Mencionó al director Regional de Seguridad Mario Bolo y al subdirector de Seguridad del Penal de General Alvear César Luis Tolosa. Los dos exjefes penitenciarios ya habían sido mencionados anteayer por los cuatro testigos que declararon sobre las condiciones de vigilancia en ese presidio.
Por eso, la fiscal de juicio, Silvia Lamgone, llamaría a declarar en los próximos días a esos expenitenciarios. La representante del Ministerio Público quiere profundizar algunos detalles que Lanatta aportó ayer para revelar si hubo complicidad oficial en la fuga.
Una insólita evasión
Durante su declaración Lanatta explicó que la supuesta arma que utilizaron para amenazar a los guardias era, en realidad, una réplica fabricada con madera, fragmentos de una computadora y el caño (que simula ser un silenciador) de una silla. Aseguró que esa “arma” fue escondida en la rejilla de ventilación junto con dos facas que “se las había dado el jefe Tolosa”.
En otro de los pasajes de su declaración ampliada, Martín Lanatta manifestó que le habían prometido escapar en un auto hasta las cercanas vías ferroviarias donde lo esperaría un helicóptero. Sin embargo, ese plan nunca se puso en marcha y tuvieron que robar un automóvil Fiat 128, propiedad del agente penitenciario Labat, sorprendido durante la fuga.
Lanatta aporto otros detalles. Contó que cuando ganaron la calle se dirigieron al Fiat 128. Uno solo de los tres evadidos portaba un arma, la escopeta que le había quitado al último agente que custodiaba una de las puertas del penal. El auto que se robaron no arrancaba y tuvieron que empujarlo. Incluso le pidieron ayuda a un grupo de familiares de detenidos que estaban esperando desde la madrugada para ingresar en el penal, y aseguró que no recibieron ayuda porque estaban vestidos de penitenciarios.
Tras la declaración del condenado, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 1 de esta ciudad, presidido por el juez Juan José Ruiz, pasó a un cuarto intermedio y luego hubo cinco testigos que aportaron detalles vinculados con el escape que se mantuvo por dos semanas.