Retoman el diálogo con China para aliviar la guerra comercial
El viceministro de Comercio de Pekín viajará a Washington para discutir “temas de interés mutuo”
WASHINGTON.– En plena guerra comercial entre las principales economías globales, Pekín y Washington retomarán sus negociaciones, empantanadas desde hace varias semanas, con el envío por parte de China de un alto responsable a Estados Unidos.
Desde su última reunión a alto nivel, ambas potencias se impusieron recíprocamente aranceles aduaneros por decenas de miles de millones de dólares, avivando los temores de graves repercusiones para la economía mundial.
Ahora el diálogo se reanudará. El viceministro de Comercio chino, Wang Shouwen, se reunirá con el subsecretario del Tesoro estadounidense encargado de Asuntos Internacionales, David Malpass, por invitación de Estados Unidos, para discutir “temas de interés mutuo”, precisó ayer el régimen en un comunicado.
“La parte china reafirma que se opone al unilateralismo y a las prácticas de proteccionismo comercial, y que no acepta ninguna medida unilateral de restricción comercial”, explicó el ministerio. “China saluda el diálogo y la comunicación sobre la base de la reciprocidad, la igualdad y la integridad”, añadió.
El secretario de Comercio norteamericano, Wilbur Ross, se reunió en junio pasado en Pekín con el viceprimer ministro chino, Liu He, para abordar cuestiones comerciales. Antes, en mayo, Liu se había entrevistado en Washington con el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin. Pero estos encuentros no contribuyeron a reducir la tensión.
Tras haber impuesto aranceles del 25% a bienes chinos por un valor de 34.000 millones de dólares, Washington gravará a partir del 23 de agosto otra serie de productos por 16.000 millones de dólares.
Estados Unidos ya amenazó con imponer derechos de aduana sobre otras mercancías chinas por un valor de 200.000 millones de dólares, lo que elevaría a 250.000 millones el total de productos chinos gravados por Washington.
Por su parte, las autoridades chinas anunciaron el 6 de julio medidas de represalia contra 34.000 millones de dólares en importaciones procedentes de Estados Unidos, especialmente el cerdo y la soja, y el 8 de agosto añadieron 16.000 millones (incluidos el carbón e instrumental médico).
“Es difícil decir qué frutos darán estas discusiones, pero es una señal positiva el hecho de que los dos países prevean una forma de compromiso”, señaló Makoto Sengoku, analista del Tokai Tokyo Research Institute.
Según Larry Hu, analista del banco Macquarie, chinos y estadounidenses podrían hablar sobre ciertas concesiones por parte de Pekín. “Los dos quieren ante todo romper el hielo. Intentarán calibrar al otro, ver hasta dónde puede llegar”, dijo Hu, que recordó que la reunión será de un nivel inferior al de anteriores negociaciones.
Impacto
Los responsables chinos afirman que estos derechos de aduana estadounidenses aún no tuvieron impacto sobre la economía china, ya que sus exportaciones crecieron más de lo previsto.
Algunos analistas consideran, no obstante, que el efecto de la guerra comercial podría hacerse evidente en las cifras de este mes.
El presidente Donald Trump proclamó que las guerras comerciales eran “fáciles de ganar” y amenazó con imponer aranceles a la casi totalidad de las importaciones de China –esto es, 500.000 millones de dólares– si Pekín no tomaba medidas para reducir el déficit comercial de Estados Unidos con China, que fue de 375.000 millones de dólares en 2017, según cifras de Washington.