La Currie Cup, otro anhelo del que está cerca la Argentina
La UAR está en gestiones para incorporar un equipo en 2019 a la exigente competencia sudafricana; sería otro paso hacia la elite
DURBAN, Sudáfrica.– La primera gira de British & Irish Lions por Sudáfrica dejó como legado la Currie Cup. El ganador fue Griqualand West, que se la adjudicó por ser el único equipo que logró marcar un punto en los 19 partidos que abarcó el periplo de 6500 kilómetros. La unión ganadora luego donó el trofeo para el torneo interprovincial que había comenzado a desarrollarse dos años antes. Desde entonces, el de la Currie Cup es el certamen nacional más antiguo en la historia del rugby. Allí apunta a desembarcar la Argentina para paliar uno de sus grandes déficit: la brecha entre el rugby doméstico y el de elite, más la falta de recambio que esto provoca en los Pumas.
En 1891 el try valía un punto. Fue todo lo que sumaron los sudafricanos en aquella gira, contra 226 de los británicos. La conversión contaba dos, tres el penal y cuatro el drop. Los actuales Lions no se llamaban así, sino “Brithish Isles”, y los sudafricanos estaban lejos de ser la potencia que es hoy, aunque ya se vislumbraban algunos de sus rasgos de hoy. “El tackle, y el uso del pie, eran sus fortalezas. No tenían gran juego colectivo, pero con la pelota en las manos eran muy duros de parar”, transcribe Huw Richards en su libro A Game for hooligans (“Un juego para vándalos”).
Más cercana, aunque igualmente perdurable, es la confraternidad de los sudafricanos para con el rugby argentino. Desde que los Junior Boks se transformaron en el segundo seleccionado en visitar nuestro país, pasando por la histórica gira del ’65 que dio nacimiento a los Pumas, hasta la participación de Pampas XV por la Copa Vodacom, entre otros hitos, la contribución de Sudáfrica al rugby argentino ha sido inestimable.
Ayer, el presidente de la Unión Argentina de Rugby (UAR), Marcelo Rodríguez; el tesorero, Carlos Barbieri, y el gerente de Recursos Humanos, Juan Cruz Gómez oromí, se reunieron con Mark Alexander, el titular de la unión sudafricana (SARU), para seguir puliendo detalles con miras a la posible inclusión de un equipo albiceleste en la Currie Cup, que llenaría otro capítulo en esta saga.
“Estamos trabajando firmemente para intentar acceder a la Currie Cup en 2019. Estamos en un proceso avanzado que tiene que seguir una instancia de decisión lógica por pary te de la SARU, pero hasta ahora hemos recibido todo el apoyo y buena voluntad”, contó Rodríguez para la nacion. “De nuestra parte, todavía estamos estudiando un conjunto de cuestiones por resolver, que tienen que ver con la logística y el impacto presupuestario”, añadió el directivo sanjuanino.
Así como en los ingresos al Rugby Championship y el Súper Rugby, en los cuales Sudáfrica también jugó un papel vital, sirvió para potenciar a los Pumas, también es cierto que el rugby argentino aún no cerró la brecha que persiste entre el profesionalismo y los clubes, incrementada por la pauperización de los seleccionados provinciales y la inhibición de convocar a jugadores que actúan en el exterior. Entre 2010 y 2015, la existencia de Pampas XV sirvió para paliar esta falencia, pero hoy el seleccionado mayor está penando por la falta de recambio.
Entre los 23 jugadores que saldrán a la cancha mañana para enfrentarse con los Springboks en el debut en el Rugby Championship 2018 (en el estadio Kings Park, de esta ciudad, a las 12.05 de Buenos Aires), hay seis que no tienen experiencia en el certamen: Bautista Delguy, Bautista Ezcurra, Juan Figallo, Diego Fortuny, Santiago Medrano Juan Cruz Mallía. Gonzalo Bertranou jugaría apenas su segundo partido con la camiseta nacional, el primero como titular. De ingresar, Fortuny, con apenas cinco minutos en Jaguares sobre sus hombros, viviría su estreno absoluto en el seleccionado. Mallía actuó apenas unos minutos frente a Escocia, encuentro en el que Ezcurra vistió la camiseta celeste y blanca por primera vez.
La lesión de Julián Montoya propició que se le hiciera un nuevo tackle a la prohibición y se convocara a Francisco Bosch (de Agen, de Francia) para la revancha del próximo sábado, en Mendoza.
Tener un equipo en la Currie Cup potenciaría un segundo lote de rugbiers y le daría al plantel que hoy conforma Argentina XV la cantidad y el nivel de competencia que no alcanza a cubrir con Americas Rugby Championship, Nations Cup y Sudamericano. Y que tampoco se zanjaría con la inclusión de dos equipos en una Liga Sudamericana profesional, otra posibilidad real para 2019, que “está bien encaminada”, según Rodríguez.
Se trata, además, de un nivel muy superior al que tuvo Pampas XV en al disputar la Vodacom (hoy denominada “Rugby Challenge”): la Premier Division de la Currie Cup está apenas un eslabón detrás del Súper Rugby, con las cuatro uniones involucradas en el certamen hemisférico (Lions, Sharks, Stormers y Bulls) más Cheetahs (desde la temporada pasada juega la Liga Celta), Pumas (de la provincia de Mpumalanga) y Griquas (de Northern Cape). Es la elite del rugby sudafricano, salvo por los jugadores afectados a los Springboks durante el Rugby Championship. Además hay una First Division de ocho equipos de otras tantas regiones, cuyo ganador juega una promoción con el último de la Premier.
“Estamos trabajando firmemente para tener un modelo financiero que nos permita cerrar esta participación”, agregó Rodríguez. “Somos muy optimistas; creo que vamos a llegar a buen puerto. Vamos a tener al menos dos reuniones más de ahora a fin de año. Sudáfrica también necesita atravesar estos procesos de decisión: por cuánto tiempo sería el vínculo, dónde nos localizaríamos, definir derechos y obligaciones que nos competen”, detalló.
Dos argentinos cargan con el honor de haber levantado la Currie Cup: Federico Méndez, por Natal Sharks en 1996, y Manuel Carizza, por Western Province (Stormers en el Súper Rugby) en 2014. En Sharks, el equipo de Durban, también se destacó Nicolás Fernández Miranda, que integró el plantel que llegó a una semifinal en 2002.
¿Quiénes integrarían el nuevo equipo? “Jugadores del estilo que hoy tenemos compitiendo en Argentina XV, más la incorporación de juveniles”, respondió el presidente de la UAR, que aclaró que la denominación no será “Argentina XV”: “Eso también está en estudio. Pampas XV es una alternativa, pero no hay nada definido.” ¿Serán rentados esos rugbiers? “Tendrán un régimen de becas similar al de Argentina XV, más un viático adicional lógico por estar dos meses y medio en Sudáfrica”, dijo.
El primer año, la Currie Cup tenía cuatro conjuntos: Western Province, Griqualand West, Transvaal e Eastern Province. La temporada 2018, que comienza hoy con Pumas vs. Griquas –aquellos donantes del trofeo legendario–, cuenta con 15. Desde el año que viene podría haber uno más. Una historia de 130 años a la que está cerca de incorporarse el rugby argentino.