Las Indias Galantes, viajar a la historia y volver con algo nuevo
Esta joya de ópera y ballet, estrenada en Francia en 1735, regresa al CETC con aires renovados
La mirada que se tenía sobre los “otros mundos”, esos que se encontraban lejos de la corte del rey Luis XV de Francia para 1735, año en el cual se estrenó Las Indias Galantes, ópera-ballet de Jean Phillippe Rameau con libreto de Louis Fuzelier, era con toda seguridad muy diferente a la que se va a mostrar ahora en esta puesta que se presenta en la sala del CETC y que es el primer resultado formal del convenio de colaboración firmado entre el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón (Isatc) y la Academia de la Ópera de París.
Marcelo Birman, director del Isatc explica que este proyecto responde al nuevo enfoque que pretenden realizar y consiste en dirigir el trabajo de las distintas carreras hacia una producción específica. Para esto, a principios de año, se hizo una convocatoria a los alumnos de la carrera de dirección escénica de ópera para que presentaran una propuesta a este título del barroco francés.
El proyecto ganador fue el de Florencia Ayos, de segundo año, quien durante el proceso creativo contó con la tutoría de Pablo Maritano, también profesor en la carrera. A partir de este resultado se empezó inmediatamente a trabajar en la puesta en la que participan alumnos de todas las carreras junto a especialistas de la Academia de la Ópera de París y del Centro de Música Barroca de Versalles, además de contar también con la colaboración de la dirección escenotécnica del Colón.
“Me sirvió mucho el hecho que, de los cuatro actos originales, además del prólogo, solo se van a presentar aquellos que suceden en América: Los incas del Perú y Los salvajes. Fue la excusa para hacer una mirada bastante regional de la ópera, concretamente la que ese siglo tiene sobre nuestro continente. Esa mirada la puse en crisis y no vamos a hablar de conquista sino de invasión”, explica Ayos, la flamante directora escénica.
Se armó una orquesta barroca con alumnos del Isatc y con profesionales especialistas para que ayuden a los jóvenes a encontrar la técnica de los instrumentos, ya que son muy diferentes a los modernos. Además, se les proveyó de instrumentos replicas para que tengan una experiencia lo más cercana posible al estilo.
Para dirigirla se convocó al francés Alphonse Cemin, gran conocedor del repertorio de Rameau a quien define como un orquestador genial. “Fue uno de los pioneros, ya que escribe con muchas partes separadas. Los violines, los altos y las violas están separados y eso era muy moderno. Muy diferente a lo que se acostumbraba en Italia o Alemania en la misma época. Florencia trato de hacer su puesta lo mas teatral posible, así que hay momentos bailados, pero con una voluntad narrativa”, explica.
Para Birman, la idea que se busca con este convenio de colaboración que se firmó por tres años es armar una programación artística, pero de tipo académico en la cual cada título genere a su alrededor un trabajo específico dentro de los distintos repertorios.