Dudas sobre el destino del legado de Octavio Paz
Declararon monumento artístico sus documentos y cartas
MÉXICO.– La cuantiosa herencia cultural de Octavio Paz, premio Nobel de Literatura mexicano, quedó en la cuerda floja tras la muerte de su viuda, la pintora francesa Marie-José Tramini, el 26 de julio pasado. A pesar de que el gobierno decidió que sus documentos y libros sean declarados monumento artístico, la mayor parte del patrimonio dejado por Paz se encuentra en un limbo.
El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) anunció el viernes último el inicio de un procedimiento para que el archivo y el acervo bibliográfico del autor de El laberinto de la soledad, fallecido en 1998, pasen a manos del Estado mexicano. La cuantiosa herencia de Paz tiene un valor intangible y simbólico por su importancia para la cultura universal.
En su testamento, el escritor legó a Tramini la mayoría de sus bienes, pero solo dejó establecido que al morir su archivo tendría como destino el Colegio Nacional, donde debería permanecer cerrado durante cinco años. Quedan dudas sobre lo que pasaría después de ese período. Además, la Biblioteca de la Universidad de Princeton, en Estados Unidos, compró a la viuda del escritor los archivos de las revistas Vuelta y Plural, fundadas por Paz.
Ante esta incertidumbre, y frente al temor de que los valiosos documentos, libros y obras de arte que pertenecían al legendario poeta y ensayista vayan a dar al extranjero, como sucedió con los archivos de Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez, aumentan las voces para que el Estado expropie el patrimonio de Paz y su viuda.
“La declaratoria de monumento artístico puede recaer en lo que está directamente relacionado con la obra de Paz, manuscritos o cartas, pero la masa heredada va mucho más allá”, afirmó Carlos Villaseñor, miembro de la Unesco. “Imaginemos la pluma con la que escribía, sin ser parte de su obra ni de su archivo, es un elemento sustancial”, ejemplificó.