Gilberto Gil brilló en el Teatro Colón, íntimo y saludable
El músico bahiano volvió para actuar a sala llena en el primer coliseo
Fue, claro, una fiesta de rara intimidad. No podría haber sido de otro modo cuando sobre el escenario del Teatro Colón estuvo Gilberto Gil en compañía de su guitarra, su invencible buen gusto musical y todo su carisma, que no ha sufrido merma pese a sus 76 años. Después de innumerables visitas a Buenos Aires (la última en 2015, nada menos que junto a Caetano Veloso), el músico bahiano y uno de los grandes artífices del tropicalismo se dio ahora el gusto de presentarse en el Teatro Colón. Es probable que el extenso concierto termine constituyéndose en uno de los puntos más altos del ciclo LN Cultura, que organiza en el primer coliseo la nacion.
Todo comenzó con el clásico y siempre esperado “Soy loco por ti América”, que el público terminó susurrando. Una voz gastada, una guitarra, una canción que atraviesa todo el continente. Una breve ovación. La noche comenzó así a ser mágica. “Qué placer, qué honor estar acá, en este teatro mítico, y con este público tan querido por nosotros, los brasileños”, dijo a modo de saludo y a poco de comenzar el concierto.
Gil acaba de editar Ok Ok Ok, su último álbum, en el que, ya septuagenario, dedica unos cuantos pasajes a reflexionar sobre el paso del tiempo e inclusive, con alguna bienvenida dosis de humor, sobre los dolores que trae la vejez.
Como cada vez que sube a un escenario, anoche volvió a demostrar que es un hecho artístico en sí mismo. Tal como lo sintetiza el título del espectáculo que lo trajo de regreso, Voz e violão (voz y guitarra), lo que atañe al hecho artístico quedó plasmado en su figura: en su manera de cantar y de tocar la guitarra, y en sus canciones. Todo como parte de ese ya largo viaje en el tiempo, a través de una trayectoria musical tan extensa como variada y rica y que, una vez más, hizo que brillara en Buenos Aires.