La muerte de McCain une a Washington, pero complica a Trump
Todos elogiaron al senador, que no quería al presidente en su funeral
NUEVA YORK (ANSA).– El senador republicano John McCain, veterano de Vietnam y político de la vieja escuela que murió anteayer a los 81 años víctima de cáncer de cerebro, fue recordado por los presidentes pasados y actuales, tal como lo hicieron los miembros del Congreso de ambos partidos.
McCain será sepultado en el cementerio de la Academia Naval de Estados Unidos, en una península con vista al río Severn en Annapolis, Maryland, junto a su mejor amigo, el almirante Chuck Larson.
Se espera que los expresidentes George W. Bush y Barack Obama, que bloquearon las ambiciones presidenciales de quien desempeñó una labor fundamental en la política estadounidense, hablen durante el funeral. Símbolo del prisionero de guerra estadounidense, McCain era considerado un “héroe” en Estados Unidos, un “guerrero” y “patriota” que siempre puso al país antes que todo. Lo hizo frente al Partido Republicano, pero también frente a Donald Trump, criticándolo en muchos frentes.
Su último desafío al presidente estadounidense llegó horas antes de su muerte: Trump no estaría entre los invitados a su funeral, donde son, en cambio, esperados Obama y Bush, los dos que lo derrotaron en su carrera presidencial. Para Trump, si se respetan los deseos de McCain, será una cachetada, considerando que se espera al menos a tres expresidentes para el último adiós al senador por Arizona.
Además, una bofetada política en un momento difícil para el presidente, con el aumento de sus problemas legales, y que amenaza dañarlo con vistas a las elecciones de mitad de período, que cada vez se parecen más a un referéndum sobre Trump.
El mandatario, sin embargo, envió en un tuit su “afecto y el más profundo respeto para la familia McCain” por la desaparición del senador. Pocos caracteres para romper el silencio sobre un hombre con el que nunca se llevó bien: Trump se negó a definirlo como un héroe de guerra, ya que había sido capturado por el Vietcong.
Obama lo recordó como un adversario en la campaña electoral.
“Éramos muy diferentes, pero compartíamos lealtad hacia algo superior, es decir, los ideales por aquellas generaciones de estadounidenses e inmigrantes que lucharon, manifestaron e hicieron sacrificios”, afirmó el expresidente, que invitó a ver su coraje para “inspirarse”.
George W. Bush también mostró su respeto: “Lo extrañaré”, dijo. El expresidente Bill Clinton recordó, en cambio, “su liderazgo en la implementación de nuestros esfuerzos para normalizar las relaciones con Vietnam”.
El Congreso también se inclinó ante McCain, un ejemplo, según muchos, de una política que ya no existe. Los mensajes llegaron de todas partes del mundo: desde Vietnam, que lo mantuvo prisionero durante cinco años, hasta Francia, donde el presidente Emmanuel Macron se refirió a él como un “héroe estadounidense”. La canciller Angela Merkel exaltó su “compromiso con la alianza transatlántica”.