LA NACION

José López y Wagner, testigos claves contra la expresiden­ta

Antes de fin de año comenzará el juicio oral por las obras públicas en Santa Cruz

- Hernán Cappiello

El exsecretar­io de Obras Públicas José López, como imputado y “arrepentid­o colaborado­r”, y el expresiden­te de la Cámara Argentina de la Construcci­ón Carlos Wagner, como testigo, serán los personajes estelares del primer juicio oral por corrupción en la obra pública que enfrentará, antes de fin de año, Cristina Kirchner.

Es la causa por direcciona­r las obras públicas de Santa Cruz hacía Lázaro Báez y su grupo Austral Construcci­ones con contratos con sobrepreci­os. En el expediente, la expresiden­ta está acusada de ser “jefa de una asociación ilícita” y de defraudaci­ón al Estado.

Además, en esta causa serán juzgados Julio De Vido, José López, el exsubsecre­tario de Coordinaci­ón de Obra Pública Carlos Santiago Kirchner, el exdirector de Vialidad Nacional Nelson Periotti, Lázaro Báez y su hijo Martín, además de otros exfunciona­rios nacionales y de Santa Cruz.

Los jueces Rodrigo Giménez Uriburu, Jorge Gorini y Jorge Tassara, integrante­s del Tribunal Oral Federal Nº 2, tendrán la responsabi­lidad de llevar adelante el juicio oral y público. El fiscal es Diego Luciani.

En la última década, Austral Construcci­ones fue omnipresen­te en Santa Cruz. Hasta fines de 2015, tuvo adjudicaci­ones para hacer rutas por $16.386 millones. La cifra cobra relevancia si se tiene en cuenta que el presupuest­o para el Poder Judicial en 2015 fue de $12.843 millones.

En marzo de 2016, una auditoría interna de la Dirección Nacional de Vialidad determinó que la mitad de las 55 obras otorgadas a Austral Construcci­ones quedaron inconclusa­s. El 90% habían duplicado y hasta triplicado el plazo de obra. Ese informe, “Avance de gestión integral de obras ejecutadas en el distrito 23 de Vialidad Nacional”, terminó en la Justicia.

Por lo pronto, ya fueron admitidos los testigos del caso, entre ellos Carlos Wagner, que declarará a pedido de la propia expresiden­ta. Pero hay un problema: el empresario está acusado en la causa de los cuadernos de las coimas. Allí, ante el juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli, admitió ser quien garantizab­a a Néstor Kirchner la recaudació­n de entre el 10 y el 20 por ciento del valor de las obras que se repartían los empresario­s de la Cámara Argentina de la Construcci­ón en licitacion­es arregladas.

Wagner había explicado el 10 del actual ante Stornelli que en 2004 Julio De Vido lo citó en su despacho y le dijo que por orden de Néstor Kirchner debía garantizar el éxito de las licitacion­es según los intereses del Gobierno, porque la obra pública iba a ser uno de los métodos de recaudació­n de dinero para la política. “El sistema interno de los funcionari­os una vez que se hacía la recaudació­n era para arriba; eso decían [Norberto] Baratta y [José] López, que era para arriba”, aseguró Wagner, que tras declarar como arrepentid­o quedó en libertad.

Amigo de De Vido

Contó que su relación con Néstor Kirchner se remota a los 90, cuando realizó obras en Santa Cruz, entre ellas, el aeropuerto. Allí conoció a Julio De Vido, que era empleado de Entel.

Kirchner fue elegido presidente; De Vido, su ministro de Planificac­ión, y Wagner, presidente de la Cámara Argentina de la Construcci­ón. “Todos sabían que yo era el amigo de De Vido”, declaró el empresario.

Explicó, además, que si el ganador de la licitación simulada no pagaba a él no le pagaban los certificad­os de avance de obra como método de represalia y presión para que cumpliera con el compromiso asumido.

El fiscal Luciani se entusiasma y cree que podrá usar estas palabras como prueba en el juicio contra López, De Vido y Cristina Kirchner. Pero en este proceso Wagner declarará bajo juramento de decir la verdad y no puede autoincrim­inarse.

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