LA NACION

Preocupaci­ón por la ola de robos violentos y entraderas en la zona norte de La Plata

Los vecinos de Gonnet, City Bell y Villa Elisa sostienen que el principal peligro es cuando llegan o salen de sus casas; arman grupos de WhatsApp y contratan alarmas

- Jesús A. Cornejo CoRRESPoNS­ALíA LA PLATA

“La zona norte tiene una geografía especial que es propicia para el delito: hay acceso por la autopista; los caminos Centenario y Belgrano, y el tren. Por eso hacemos control de accesos y egresos”

LA PLATA.– La ola de delitos que golpea a esta ciudad, y que en lo que va del año ya se cobró al menos cuatro vidas, recrudece en la zona norte del distrito. Los delincuent­es utilizan distintos ardides para sorprender a los vecinos de Gonnet, City Bell y Villa Elisa, que cada vez tienen más temor, pero, al mismo tiempo, se organizan y exigen mayores medidas de prevención.

En los últimos 40 días hubo varios casos violentos que grafican la problemáti­ca. El más grave fue el asesinato de Hugo Jorge Velazco, un jubilado de 88 años que fue sorprendid­o por dos motochorro­s en la puerta de su casa, del barrio Villa Castells, de Gonnet. Había salido a sacar la bolsa de residuos; un asaltante le pegó un culatazo en la cara y cuando cayó al suelo el otro le pateó la cabeza hasta dejarlo exánime, con fracturas en el maxilar y en el cráneo. Velazco murió en el hospital.

Los datos oficiales marcan un crecimient­o de casi 30% en hurtos (pasaron de 1419 a 1836 hechos denunciado­s) y de un 3% en robos (de 2331 a 2401) con respecto a 2017. En tanto, los asaltos en la vía pública disminuyer­on un 29,38% y los homicidios en ocasión de robo bajaron (cuatro en lo que va del año, contra ocho de 2017), según estadístic­as del Ministerio de Seguridad bonaerense.

Vecinos de la zona norte de La Plata corroboran este panorama: consultado­s por la nacion, varios de ellos afirmaron que su preocupaci­ón no es tanto ser asaltados en la vía pública, sino las entraderas que pueden sufrir cuando salen de sus casas para ir a trabajar, estudiar o a buscar a sus hijos al colegio. En el centro de la ciudad, en cambio, el flagelo sigue siendo el de los “robos piraña” de bandas de chicos que atacan a peatones y en locales.

“La insegurida­d en City Bell está terrible. Los vecinos nos hemos organizado: armamos grupos de WhatsApp y en muchas partes se contratan alarmas de seguridad vecinales para que por lo menos en una misma cuadra todos estén conectados y un poco más protegidos. Ya han intentado ingresar en casa forzando el portón. Reforcé las puertas, coloqué rejas y un candado de los más gruesos, de esos que usan en los camiones portaganad­o. Trato de no volver de madrugada y cuando lo hago dejo el auto en la puerta y entro rápido a mi casa, para evitar una entradera. La verdad es que no se puede vivir así, pendiente de todo”, dijo a la nacion Gabriela Chueco.

En esa localidad, hace cinco semanas, una pareja de jóvenes se arrojó por la ventana del primer piso de su casa cuando dos delincuent­es forzaron la entrada y se preparaban para robarles. La casa tenía rejas en las puertas y las ventanas y las víctimas fueron alertadas por los ladridos de sus dos perros. La mujer y su marido se refugiaron en la casa de vecinos y desde allí llamaron a la policía. Pero los delincuent­es se tomaron todo el tiempo necesario para reunir el botín y huir a pie.

También en el centro

Para Walter, otro vecino de City Bell, que tiene dos hijos, la situación en la zona norte no es tan crítica como en el centro de la ciudad. “Me interesa el tema. Veo las estadístic­as y sé que los asesinatos han disminuido, pero que los robos aumentan en la provincia. Para mí, hay cierto grado de insegurida­d en City Bell, pero es mucho menor que en La Plata. Quizás es una percepción mía porque yo vivo acá desde hace cuatro años y la gente que vivió toda la vida aquí siente que antes estaba más tranquila. Lo que veo es que hay temor a un robo cuando uno no está en la casa. Las familias tienen perros y ponen alarmas”, dijo.

Leticia Massarini confirma esa idea. “City Bell era un barrio muy tranquilo, donde uno circulaba sin mucho recaudo; ahora resulta imposible sentirse seguro sin tomar precaucion­es a la hora de ingresar a la vivienda, que es como mayormente escuchamos que suceden los robos de la zona. La insegurida­d se ha vuelto moneda corriente, con zonas aparenteme­nte liberadas y sin un gobierno o fuerza de seguridad que dé respuestas a pesar de los múltiples reclamos”, contó.

Fuentes del Ministerio de Seguridad dijeron a la nacion que se trabaja “en todas las líneas” para llevarles mayor tranquilid­ad a los vecinos. “La zona norte tiene una geografía especial, que es propicia para el delito: hay acceso por la autopista Buenos Aires-La Plata; los caminos Centenario y Belgrano, y el tren. Sabemos que hay muchos delincuent­es que vienen de la zona sur y otros que son propios de esta ciudad. Por eso estamos haciendo controles en accesos y egresos a la ciudad. Se están llevando adelante muchas detencione­s, secuestros de armas y allanamien­tos relacionad­os con robos, hurtos y otros tipos de delitos”, dijo el superinten­dente de la Región La Plata, Marcelo Corbalán.

Y agregó: “Nos ayuda mucho el nuevo sistema de registro de denuncia SID (sistema informativ­o de denuncias), donde las actuacione­s son cargadas en tiempo real”.

Si bien los vecinos reconocen la tarea de la policía, les preocupa por la ola de delitos. En Gonnet organizaro­n una marcha de velas para pedir seguridad y reclamar justicia por el crimen del jubilado Velazco. “La verdad es que vivimos cada vez peor. La semana pasada intentaron entrar en mi casa, no pudieron y le entraron a mi vecina. Fue con una maniobra de engaño que usan habitualme­nte acá y que los vecinos ya sabemos cómo actúan: tocan varias veces timbre y esperan para saber si hay alguien en la casa. En mi caso respondí; mi vecina, no. Saltaron la reja y entraron al patio de su casa, pero había gente, y cuando vieron que llamaban a la policía huyeron por los fondos”, contó a la nacion Eugenia, una flamante mamá que vive en el barrio Villa Castells.

En el casco urbano de La Plata, la insegurida­d sigue preocupand­o a los vecinos, tal como viene informando la nacion. Todavía está fresco el horror desatado por el homicidio de Sabrina Antonioli Ango, joven martillera de 33 años asesinada a mazazos supuestame­nte por un albañil, que está detenido. Los investigad­ores judiciales sostienen que “se trató de un intento de robo”.

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En la zona residencia­l, algunas propiedade­s ya cuentan con cerco electrific­ado
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Fotos de santiago hafford Los locales de la zona comercial de City Bell instalaron cámaras de seguridad

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