LA NACION

Con equilibrio y contundenc­ia, el progreso de rosario Central se refleja en el ánimo y las cifras

- Pablo Casazza

ROSARIO.– Puntero, invicto, con cuatro goles a favor y su arco en cero en tres partidos. Único equipo que sumó las nueves unidades en juego. Los números le sonríen a Rosario Central, las estadístic­as robustecen el discurso de Edgardo Bauza, los futbolista­s se identifica­n con la propuesta y los hinchas se reconocen en la entrega de los jugadores. Por eso los aplausos en la despedida, la valoración a una tarea trabajosa, de sacrificio y con sudor, de pequeñas pinceladas distinguid­as. En definitiva, se trata del ADN histórico de los canallas, el que sabe interpreta­r como pocos entrenador­es el Patón, que baja el mensaje con palabras sencillas.

“Los jugadores están contentos porque todo el sacrificio que hicieron tuvo su recompensa”, dice el DT, quien pide orden, equilibrio y el arco en cero para, desde esas virtudes, crecer. Mientras construye con solidez, y sin alterar su idea ni los recursos, las cuentas cierran a la perfección en el barrio Alberdi. Ayer fue 2-0 sobre San Martín, de Tucumán; en las jornadas anteriores de la Superliga, Banfield y Talleres, de Córdoba, observaron el festejo auriazul. “Lo importante era ganar y hacer un buen partido para que la gente se marche contenta. Terminamos jugando un buen partido, pero lo más importante es que no nos volvieron a hacer un gol y eso lo venimos trabajando”, señala Bauza.

No le falta razón al análisis: su equipo no pierde la calma, puede sobrelleva­r distintos momentos y funcionami­entos, pero sabe cuál es el camino que debe transitar. Podrá discutirse el paladar futbolísti­co, pero no aparecen señales que puedan generarle desconcier­to a los futbolista­s. No se lo verá caminando de una punta a la otra del corralito al director técnico, ni gesticular una y mil veces. “No soluciono nada si empiezo a los gritos desde afuera. Al jugador no le llega. En el entretiemp­o hablamos sobre lo que pasaba y lo arreglamos”, analiza Bauza, que alineó la misma formación en los tres partidos y que echó mano a los tres mismos jugadores que estaban entre los suplentes para oxigenar al conjunto.

Fue rápido e intenso, con precisión en cuotas equilibrad­as en el arranque Rosario Central. Diez minutos de funcionami­ento ajustado, donde el rival lo sufría, aunque los tucumanos, que vienen en plan de adaptación a la Superliga –dos años atrás estaban jugando en el Torneo Argentino–, supieron sobrelleva­r esa diferencia y en una acción de pelota parada a tiro estuvieron de romper el andamiaje rosarino: el cabezazo de Altuna, en tercera jugada, rebotó en el travesaño.

Pero Central está en forma y cuando el enredo le impedía progresar, el uruguayo Camacho hizo la diferencia, desató el nudo. Desde afuera del área sorprendió con un remate de zurda, esquinado, que viajó lejos del arquero Arce. Fue el quiebre definitivo, aunque apenas se cumplía la media hora del partido. Un futbolista que estuvo en evaluación por el cuerpo técnico, que jamás tuvo el espacio asegurado en el esquema –asomó en el radar de Defensa y Justicia en el último mercado de pases–, destrabó el desarrollo y demostró que si cada partido es un examen, tiene argumentos para asegurarse estabilida­d y confianza. Su mejor versión la ofreció en el primer tiempo, donde además del gol, habilitó a Zampedri –perdió ante el anticipo del arquero– y lanzó un disparo colocado, pero sin potencia, que Arce controló sin dificultad.

Si Camacho fue el destacado del primer capítulo, Zampedri tomó la posta en el complement­o. No solo porque selló le victoria; además de la presencia en el área, se sacrifica y exigir a la defensa rival. Colocó la estocada tras un desborde de Parot –el chileno juega sencillo; tuvo su oportunida­d en el primer tiempo, pero resolvió con mente de defensor en el área rival–, como una semana atrás lo hizo frente a Talleres, en Córdoba. Llevó tranquilid­ad a las estadístic­as, puso sobre blanco la real diferencia. Un premio para quien supera en rendimient­o a Marco Ruben, el capitán y referente que no logra aparecer en la dimensión que Rosario Central le supo conocer.

“Sabemos que esto recién empieza y se va a hacer cada vez más difícil, pero por ahora estamos contentos, trataremos de mantenerno­s y mejorar”, dice Bauza, que empezará a preparar la visita a Racing, donde lo esperará Eduardo Coudet, el último entrenador que aceleró los corazones de canallas.

 ?? Marcelo manera ?? Camacho, autor del primer gol, celebra con Zampedri y ruben; Central avanza con números perfectos
Marcelo manera Camacho, autor del primer gol, celebra con Zampedri y ruben; Central avanza con números perfectos

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina