Vélez pudo rescatar un punto en el final gracias a salinas

Se iba el partido en el que Vélez, con más ímpetu que ideas, perdía injustamente por el penal que el solitario Darío Cvitanich había convertido luego de la infantil infracción de Bouzat a Nicolás Silva. Vino el tiro libre de Vargas, la pelota que quedó suelta después de unos rebotes y Rodrigo Salinas desde el piso (y apenas siete minutos después de haber ingresado) pudo rematar alto a la red y decretar el empate. Fue un grito de desahogo. A esa altura, era más que justo el resultado. No por el momento de Vélez, sino por el balance general que siempre tuvo a los de Gabriel Heinze buscando el gol y a los de Julio Falcioni en actitud de espera.

Pero al local le faltó creatividad en ofensiva. Demostró actitud y despliegue físico para recuperar la pelota incluso no bien la perdía, pero a la hora de visitar el arco contrario encontró su déficit. De floja labor Vargas, errático Bouzat y aislado Ramis, se le hizo cuesta arriba abrir el marcador. Aún así, la más clara del partido la tuvo Bouzat en el primer tiempo, cuando le erró al arco después de un desborde de Robertone y un buen pase de Vargas.

Lo de Banfield siempre tuvo que ver con la posible conexión entre Dátolo y Cvitanich, los más experimentados del equipo. El centrodelantero se las arregló para fabricar tiros libres y soportar la marca de los centrales de Vélez, pero estuvo muy solo durante todo el partido. La única chance que tuvo fue el penal y lo aprovechó con calidad. Lo demás de Banfield fue morder y hacerle difícil la mañana a su rival. El trío Kalinski-Cecchini-Calello estuvo abocado a impedir los avances locales. Lo consiguieron en gran parte del cotejo.

Vélez es un equipo joven y activo desde lo físico, pero en evidente formación, ya que le cuesta manejar los tiempos de los partidos y llegar con claridad. El tema del rodaje es algo que había resaltado su entrenador en el anterior encuentro contra Racing. Parece que razón no le falta.