Para frenar la corrida, Macri pide al FMI otro desembolso a cambio de bajar más el déficit
El organismo expresó su disposición a renegociar el acuerdo con el país; el dólar pasó los $34
El gobierno de Mauricio Macri anunció ayer su voluntad de acelerar el ritmo del ajuste fiscal a cambio de un desembolso anticipado del programa pactado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que permita detener la presión devaluatoria sobre el peso.
Al cierre de una jornada agitada, en la que la cotización del dólar superó los $34, la directora del FMI, Christine Lagarde, confirmó que se abre una renegociación del acuerdo con el país. La intención, aclaró, es trabajar “para revisar el plan económico del Gobierno con el objetivo de fortalecer a la Argentina frente a los cambios en los mercados financieros mundiales”.
Macri había comunicado a primera hora que el FMI anticiparía el giro de fondos para dar una señal clara de que el país tiene garantizado el programa financiero de 2019. El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, amplió que –para lograrlo– la meta de déficit para 2019 del 1,3% del PBI “se convierte en un techo” que se intentará “reducir sustancialmente”.
En un intento por frenar la corrida cambiaria, el Gobierno anunció ayer la renegociación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que en los hechos implicará un mayor ajuste a cambio de adelantar los dólares que necesita la administración nacional para cumplir con el programa financiero hasta el final del mandato. Ese fue el cierre de un día plagado de incertidumbre política y económica.
El nuevo acuerdo, que tiene el visto bueno de la directora gerente del Fondo, Christine Lagarde, y de los principales países que lo integran, como Estados Unidos, China, Alemania y Japón, tardará al menos una semana antes de firmarse. Así, la administración de Mauricio Macri tendrá a disposición 21.000 millones de dólares para cerrar los números de este año y US$29.000 millones para el próximo.
“Estamos trabajando en dos frentes: reducir el déficit de la Argentina, con lo cual la meta del 1,3% se convierte en un techo, pero que queremos reducir sustancialmente y vamos a trabajar para que sea menor, de manera tal que tengamos que emitir menos deuda y tener menos necesidades de financiamiento”, explicó el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne.
Las palabras del titular del Palacio de Hacienda llegaron al final de uno de los peores días para el Gobierno desde que comenzó la crisis económica, en abril. Las palabras del Presidente, que ayer por la mañana anunció que su gobierno había “acordado” una actualización del acuerdo con el FMI, pero no dio ningún detalle, provocaron el efecto contrario al que esperaba: el dólar volvió a dispararse y dejó expuesta la desconfianza que despierta en los mercados.
Después de un día de mucho nerviosismo, en que los rumores sobre eventuales cambios en el gabinete se sucedieron uno tras otro, la moneda estadounidense alcanzó un nuevo récord –pese a que el Banco Central subastó 300 millones de pesos, cerró a $34,45– y las acciones argentinas en Wall Street cayeron hasta un nueve por ciento.
El Presidente buscó dar una señal de fortaleza ante las dudas sobre la capacidad de la Argentina de hacerse de los fondos necesarios para cubrir sus necesidades de deuda en el mediano plazo minutos antes de la apertura de los mercados. En un mensaje grabado de 102 segundos, Macri confirmó que le pidió al organismo multilateral de crédito adelantar “todos los recursos que resulten necesarios” para hacer frente a la crisis.
“La última semana hemos tenido nuevas expresiones de falta de confianza en el mercado sobre nuestra capacidad de financiamiento para 2019. Hemos acordado con el FMI adelantar todos los fondos necesarios para garantizar el cumplimiento del programa financiero del año próximo”, sostuvo el jefe del Estado. En su explicación, el Presidente manifestó que la decisión “apunta a eliminar cualquier incertidumbre que se hubiera generado ante el empeoramiento del contexto internacional”. Sin embargo, a la tarde, el comunicado del FMI dejó en claro que todavía no había tal acuerdo y que recién se está negociando.
El trato con el Fondo comenzó la última semana, pero se aceleró en las últimas horas. El Presidente se puso al frente de la negociación. Primero habló con Lagarde y después llamó a algunos de sus pares, como Donald Trump; el presidente chino, Xi Jinping; la canciller Angela Merkel, y el primer ministro japonés, Shinzo Abe. Todos, según confirmaron fuentes oficiales, le manifestaron su respaldo.
Pero la falta de detalles sobre lo que ocurría provocó una reacción lapidaria de los mercados. Poco después de la presentación de Macri, el dólar saltó dos pesos. En la Casa Rosada la evaluación de la repercusión fue unánime: se trató de una jugada de alto riesgo que terminó por exponer al Presidente. La desconfianza aún es muy elevada. Algo de esto dejó trascender ayer por la tarde Dujovne.
“A la mañana teníamos un entendimiento político, pero no podías dar detalles. Estuvimos trabajando todo el día con el Fondo y entendemos que eso pudo haber generado incertidumbre y en momentos de incertidumbre el tipo de cambio actúa como un termómetro de la confianza. Esperamos que en la medida en que estamos dando detalles y proveyendo el insumo que faltaba, el Banco Central, que cuenta con todo nuestro apoyo, va a lograr ir reduciendo la volatilidad en los próximos días”, dijo el ministro.
Minutos antes de que Dujovne expusiera los detalles de la renegociación con el FMI en la Casa Rosada, Lagarde volvió a respaldar al gobierno argentino y adelantó su “disposición a ayudar al Gobierno a revisar sus planes de política económica”.
Además, agregó: “He instruido al personal del FMI para que trabaje con las autoridades argentinas a fin de fortalecer el acuerdo respaldado por el Fondo y reexaminar el cronograma del programa financiero. Nuestro objetivo es llegar a una conclusión rápida de los diálogos”.
Mientras Macri navegaba por aguas turbulentas, el peronismo dio señales de reagrupamiento. El líder del Frente Renovador, Sergio Massa, y el jefe del Bloque Justicialista en el Senado, Miguel Pichetto, se reunieron con un grupo de gobernadores peronistas para discutir el presupuesto 2019 y la situación económica.
Y, para cerrar un día plagado de malas noticias para el Gobierno, la CGT anunció un paro nacional para el 25 de septiembre.