Un grupo narco amenazó con incendiar una sede policial en Santa Fe
Los traficantes pidieron el retiro de los uniformados en Capitán Bermúdez y, como advertencia, balearon a un vecino
ROSARIO.– “Dijo mi patrón que tienen dos horas para sacar los móviles del Comando (Radioeléctrico) de Copello, porque si no vamos a prender fuego la comisaría como ya lo hicimos la otra vez y vamos a cagarlos a tiros. No es joda, si quieren guerra la van a tener”.
Esa amenazante llamada fue recibida anteayer, a las 13.45, en la Unidad Regional XVII de San Lorenzo. La persona que se comunicó con la sede policial insistió dos veces en que “vamos a cagarlos a tiros”. El policía que escuchó la advertencia dio aviso a sus superiores.
La amenaza se cumplió un par de horas después. No hubo un incendio en la comisaría, como sucedió en 2015 cuando arrojaron bombas molotov en esa sede policial, sino que esta vez fue un ataque a balazos en la calle para generar pánico entre los vecinos.
En Catamarca al 200, en Capitán Bermúdez, se produjo un ataque a tiros contra el frente de una casa. Un hombre de 57 años que pasaba ocasionalmente por allí resultó herido en una pierna. Los vecinos señalaron que los balazos salieron de un Peugeot 206 gris.
El hombre que recibió el balazo fue atendido por la gente del lugar –con un improvisado torniquete en su pierna– y relató a la policía que cuando el Peugeot 206 se acercó, antes de dispararle, uno de los atacantes le dijo: “Esto es un mensaje para la policía, que se dejen de joder con la policía en Copello o van a venir más heridos y muertos”. En principio, los investigadores estiman que el herido habría sido elegido como víctima al azar.
El hecho generó conmoción en ese barrio en los alrededores de Rosario. Y la jefatura policial santafesina decidió tomar recaudos y reforzar con más efectivos la comisaría 2ª y el Comando Radioeléctrico en Capitán Bermúdez.
A partir de las 22 se lanzó un operativo de saturación para prevenir posibles ataques de un grupo narco que domina esa localidad, muy cerca de los puertos donde se exporta el 85% de los productos derivados de la soja.
Peleas territoriales
En Capitán Bermúdez se enfrentan desde hace tiempo dos bandas por la venta de cocaína. Una es la organización criminal de los González, comandada por Brian González desde la cárcel de Piñero, donde está preso desde 2015 tras asesinar junto con Iván Galarza a Analía Rivero, una joven de 16 años que fue alcanzada por los 15 disparos que hicieron estos dos hombres cuando pasaron con una camioneta y atacaron el 2 de noviembre de 2014 la puerta del boliche Stone.
El Gordo Brian estuvo mencionado en la investigación del atentado a la casa del exgobernador Antonio Bonfatti, ataque que quedó impune, luego de que el exmandatario santafesino retirara la imputación contra Emanuel Sandoval, en ese entonces un soldadito de la zona norte de Rosario, quien terminó por admitir en un juicio abreviado –en el que fue condenado a tres años y tres meses, por lo que quedó libre– que había disparado contra la vivienda de Bonfatti.
La banda de Brian empezó a enfrentarse desde hace un tiempo con otro grupo comandado por Juan Ramón Ríos, de 42 años, conocido como Juanse, quien murió el 28 de junio pasado tras un ataque a tiros. Juanse se transformó en jefe de la banda, luego de que su hermano conocido como Barba fuera detenido por la Policía Federal en 2005.
Los ataques y enfrentamientos después del crimen de Juanse recrudecieron durante las últimas semanas.
El 23 de abril pasado murió Mauro González, hermano de Brian, quien fue atacado a balazos en Cullen al 1100 bis en Rosario. Hace tres años murió Juan Ramón González, tío de Brian y Mauro, cuando el 17 de enero de 2015 se enfrentó con la policía tras una extensa persecución que empezó en el barrio Copello y terminó en Cassini.
La muerte de Chula González derivó en un atentado en un depósito de vehículos de la comisaría de Capitán Bermúdez, donde fueron incendiadas más de 70 motos. Según la investigación, el ataque se produjo con bombas molotov.
En agosto de 2016 esta comisaría volvió a ser baleada por hombres que pasaron en moto. La represalia se habría producido tras la muerte de Nicolás Maidana, un joven de 20 años que falleció en un supuesto enfrentamiento con la policía.