Vallas y polémica en Palermo
palermo. El sector se está acondicionando para competencias de ciclismo, triatlón y beach volley; hay quejas de runners, vecinos y automovilistas; además, trasladaron la zona roja
Empezaron en Palermo las obras para alojar competencias de los Juegos Olímpicos de la Juventud, en octubre. Y con ellas comenzó la polémica. Vallas y vigiladores prohíben el paso peatonal y vehicular en el entorno del Lago de Regatas. Los runners perdieron sus senderos habituales, los baños públicos quedaron inaccesibles y quienes llegan en auto deben estacionar lejos. Además, la zona roja se trasladó al Planetario.
El Parque 3 de Febrero comenzó a cambiar su fisonomía para el evento deportivo que tomará toda la zona –y la ciudad– el mes próximo: los Juegos Olímpicos de la Juventud, entre el 6 y el 18 de octubre. Vallas y vigilantes que prohíben el paso peatonal y vehicular empezaron también a alterar las rutinas de quienes visitan a diario el entorno del Lago de Regatas. Las quejas no tardaron en llegar: los runners perdieron sus senderos habituales, los baños públicos quedaron inaccesibles, quienes llegan en auto deben estacionarlos lejos y los vehículos que todavía circulan levantan una riesgosa velocidad porque se retiraron lomos de burro. Además, la zona roja quedó bloqueada, por lo que las travestis se trasladaron al Planetario.
El llamado Parque Verde será una de las ocho principales locaciones por las que pasarán los 4000 atletas juveniles que participarán de las olimpíadas. Incluye toda el área del Lago de Regatas y el Buenos Aires Lawn Tennis Club, y se complementa con las locaciones del Cenard y el Club Hípico Argentino.
Allí se disputarán, al aire libre, las competencias de triatlón, beach volley y ciclismo. Por eso, ya se están construyendo las canchas de arena, quitando los lomos de burro a las calles por las que transitarán los ciclistas y limpiando el lago por el que se nadará, entre otras acciones. Desde el Comité Organizador Buenos Aires 2018, explican que pasados los Juegos quedarán como legado para la zona el asfaltado en todas las calles internas, la colocación de 40 nuevas luminarias led y nuevas cámaras de seguridad.
Nada de esto consuela a los vecinos y usuarios del parque afectados hoy por las obras. Las restricciones empezaron el sábado pasado y se extenderán hasta 15 días después de terminadas las competencias, aunque se irán liberando tramos paulatinamente (ver infografía).
Actualmente permanece cortado por completo el paso vehicular en una parte de las avenidas Tornquist, Olleros y de los Ombúes y en las calles Andrés Bello, Ingeniero Bunge, Agustín Méndez e Intendente Pinedo.
Un enorme vallado impide el paso peatonal a la altura de Andrés Bello y Avenida de los Ombúes, y a lo largo de la avenida Figueroa Alcorta, limitando el paso por la orilla del lago a esa altura. Ahí encontró la nacion a Rogelio Lomazzo, un jubilado de 71 años que se acerca al parque siempre que puede. “Corro dos vueltas al lago o camino tres. Me descompaginaron todo, porque ya no puedo dar la vuelta completa. Y tengo que dejar el auto muy lejos”, se quejó. A Mario Ávila, runner, no lo molesta tanto no poder circular tan libremente, sino que quedaron dentro del vallado los baños públicos. Ahora tiene que ir hasta el de una estación de servicio cercana.
Carlos Taboas hacía gimnasia al sol. “Los autos pasan volando desde que sacaron los lomos de burro, es un peligro”, detalló el comerciante de 55 años. También teme por los productos que ve arrojar en el lago para preparar el agua. “Espero que no vuelen las algas y afecten todo el ecosistema”, dijo. Aunque opinó que si es por una competencia internacional valen la pena las molestias. Próximamente irá a entrenar al Rosedal.
Confusión
Quienes se ven más afectados son los deportistas que entrenan para carreras específicas, para las que tienen muy establecidas las distancias que deben recorrer a cierta velocidad. Marina Saun coordina un grupo de running de 30 personas que se dan cita dos veces por semana en la puerta del Campo del Golf de la ciudad. “No se entiende bien, hay mucha confusión y nadie explica nada –reclamó–. De un día para el otro estaba todo cerrado y los guardias no saben explicar bien por qué ni hasta cuándo será”. La entrenadora, que compitió en triatlones y ha nadado en el Lago de Regatas, cree que se está limpiando con demasiado poca anticipación.
Los autos que circulan por la avenida Tornquist apenas pasan frente al Golf se topan con otro vallado que los frena. Un empleado de seguridad es el encargado de explicarles que es por las olimpíadas. “Me con-
testan barbaridades”, contó el vigilador. Solo un cartel mínimo y poco visible advierte antes a los conductores que no podrán seguir avanzando. Avisados por el empleado, giran en U y siguen su marcha.
Para sortear este inconveniente, Pablo Leaño construye un cartel que pronto va a decir “calle sin salida”. “La gente va hasta el fondo, choca con el vallado y ya no puede ingresar. Yo hago señas, pero tendría que haber un cartel”, describió este cuidacoches que trabaja en la zona desde hace 30 años y que en los últimos días recibió infinidad de quejas. “Acá funcionan la confitería, el Campo de Golf municipal, viene gente a pasear, ciclistas, grupos de running... Cortaron todo demasiado tiempo antes”, opinó.
Desde la organización de los Juegos explicaron que uno de los principales objetivos que se buscan es llevar la competencia deportiva a sitios en los que las personas suelen reunirse. “Es así que levantaremos el Parque Urbano temporalmente en Puerto Madero y el Parque Verde en la zona de los bosques de Palermo. Llevamos el deporte a la gente y no la gente al deporte”, explicaron.
Como se dijo, también tuvieron que cambiar sus rutinas las travestis que trabajan cerca del lago. Esta semana circularon por las redes sociales fotos con diversos carteles en los accesos de Figueroa Alcorta, donde se suelen ubicar, que indicaban: “Nos mudamos” y “Travestis en el Planetario”. Ya anteanoche se las vio al pie del centro astronómico.
Alejandro Mamani, abogado del Sindicato de Trabajadoras Sexuales de Argentina (AMAR), explicó a que hubo reuniones con la nacion la Dirección General de Convivencia en la Diversidad porteña, en las que plantearon su preocupación por perder su lugar de trabajo y acordaron una mudanza transitoria al Planetario, autorizada por la Ciudad por 60 días.