Los Pumas llegan al lugar de la génesis del rugby neozelandés
En Nelson, una ciudad emblemática, buscarán hacer historia ante los All Blacks, el triunfo esquivo que añoran desde siempre
El enredado bosquejo de la historia ubica a la génesis del rugby en Nueva Zelanda en la Reserva Botánica de Nelson, el 14 de mayo de 1870. Contagiados por el entusiasmo del joven local de 19 años Charles Monro, que había descubierto el deporte de la ovalada en su reciente paso por el Christ’s College de Finchley, Inglaterra, se enfrentaron los equipos de Nelson Football Club y Nelson College, con 18 jugadores por bando.
Ciento cuarenta y ocho años esperó esa pequeña localidad del norte de la Isla Sur para albergar por primera vez a su seleccionado nacional. Ese día llegará el sábado (a las 4.35 de la madrugada argentina), cuando los Pumas se conviertan en el primer equipo en enfrentar a los All Blacks en Nelson, la cuna del rugby neozelandés.
Monro (también conocido como CJ Munro) se encargó, gracias los contactos que le facilitaba su padre diputado y a su espíritu emprendedor, de difundir el nuevo deporte por todo el país. El idilio del pueblo neozelandés con el rugby fue inmediato. Al contrario de lo que ocurría en el resto del mundo, la propagación no se limitó a colegios privados o ámbitos profesionales, sino que impregnó al resto de la sociedad, incluidos los nativos maoríes, y sirvió como instrumento de cohesión.
Desde entonces, el rugby evolucionó rápidamente como el deporte nacional y Nueva Zelanda no tardó en erigirse como el máximo exponente mundial. Dominio que los encuentra hoy en su momento de máximo apogeo, con dos títulos mundiales consecutivos y un récord de sólo seis derrotas en los últimos 94 partidos.
Se espera que los fervorosos hinchas locales colmen los 21.000 asientos de Trafalgar Park, estadio que fue sede de tres partidos en el Mundial 2011. Será todo un acontecimiento para la ciudad de 50.000 habitantes y también para los All Blacks, que son especialistas en aferrarse a estos pequeños hitos para alimentar su inspiración. Contra eso también deberán jugar los Pumas, que intentarán una vez más ganarle por primera vez Nueva Zelanda.
La motivación de enfrentarlos
Será el 27° enfrentamiento entre Pumas y All Blacks, el 13° desde 2012. Un empate (21-21 en 1985) es lo máximo que los argentinos pudieron conseguir. Y si bien el momento de los locales invita a pensar que habrá que seguir esperando, siempre hay resquicios para creer en la hazaña. El cambio de mentalidad que introdujo Mario Ledesma desde su llegada a Jaguares, con dos victorias en tierra maorí incluidas, rubricada en el seleccionado con la victoria ante Sudáfrica en Mendoza, es su principal fuente de confianza.
“Enfrentar a los All Blacks es una gran motivación para nosotros”, dijo Guido Petti Pagadizábal al New Zealand Herald. “Siempre tenemos presión. Vestir la camiseta de los Pumas es un placer, pero también implica una gran responsabilidad, así que tenemos que dejar todo en la cancha. No tenemos que cometer errores”.
El entrenador Steve Hansen aprovechó para hacer descansar a algunas figuras. No estará por ejemplo el formidable apertura Beauden Barrett, tras su sensacional actuación con cuatro tries ante los Wallabies. Lo reemplazará Richie Mo’unga, apertura de Crusaders, el campeón del Super Rugby, pero con apenas 10 minutos en el seleccionado (ante Francia en junio) y en su primera titularización.
“El hecho de que cambiemos algunos nombres no es porque enfrente esté Argentina, sino parte de nuestra aspiración a tener un plantel más profundo y con mayor experiencia. Tenemos grandes expectativas respecto de nosotros mismos, al margen de quién juegue. Es lo que demanda ponerse la camiseta de los All Blacks”, afirmó Hansen. “Estamos advertidos del desafío que representan los Pumas. Sabemos que están sedientos de vencernos y que vienen confiados en que pueden lograrlo”.
En Nelson, donde nació la grandeza del rugby neozelandés, los Pumas buscan robarse un pedazo de historia.