LA NACION

La confesión incendiari­a de José López

El hombre que manejó la obra pública durante una década la vinculó con los bolsos llenos de dólares que intentó esconder en un convento

- candela Ini

José López, el hombre que saltó a la fama por arrojar bolsos llenos de dólares hacia un convento, se convirtió en el verdugo clave de Cristina Kirchner, su jefa durante años. Ante el juez Claudio Bonadio, el exsecretar­io de Obras Públicas la acusó de ser la dueña de aquellos fondos que intentó ocultar en 2016, cuando fue detenido. Dijo que no había hablado antes porque tenía miedo. “Por temor a Cristina Kirchner, persona muy vengativa, a quien conozco desde hace mucho tiempo; temor a ser descubiert­o o delatado; temor sobre mi vida y la de mi familia”, declaró, según consignó el juez.

López dio detalles sobre el sistema ilegal de recaudació­n del que fue protagonis­ta central durante toda la era kirchneris­ta. Lo hizo a lo largo de varias declaracio­nes ante Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli, hasta que el juez homologó su acuerdo como arrepentid­o. Esos dichos conforman un elemento central para el procesamie­nto de la expresiden­ta como jefa de una asociación ilícita.

Entre los elementos que aportó el exsecretar­io, ratificó la informació­n brindada por Carlos Wagner, extitular de la Cámara Argentina de la Construcci­ón, quien había relatado cómo funcionaba la cartelizac­ión de la obra pública. Explicó que tenía un celular que le había dado Daniel Muñoz –secretario privado de Néstor Kirchner–, en el que recibía llamadas de personas que él “desconocía”, para consignar la cantidad de dinero que entregaría­n. Las entregas se hacían a Muñoz “de dos a tres veces por semana”. También se refirió a su relación con Néstor Kirchner y a las tensiones entre una facción que integraban La Cámpora y el entorno del entonces ministro de Planificac­ión, Julio De Vido.

“Mi relación con Kirchner era de jefe; nuestra relación era estrictame­nte laboral. Con De Vido él era ministro de Economía y Obras Publicas, y luego, en el último periodo, pasó a ser ministro de gobierno. Nos llevábamos bien, nuestra relación era más competenci­a que amistad. Kirchner evitaba que los de abajo se juntaran mucho, si podía los hacía pelear”, declaró.

El episodio de los bolsos

Cuando Cristina fue consultada, el año pasado, sobre los bolsos con 9 millones de dólares que había revoleado López en un convento de monjas en General Rodríguez, contestó que lo odió. “Lo odié, lo odié como pocas veces odié en mi vida”.

Sin embargo, la informació­n que brindó López en la causa comprometi­ó a la expresiden­ta. En ese episodio, en que se lo vio en imágenes y videos arrojando bolsos con dinero en un convento de monjas, explicó por qué no había brindado detalles en sus declaracio­nes anteriores. Dijo que le temía a Cristina Kirchner.

Detalló cómo se coordinó “mover” el dinero que él llevó al convento. Consignó que quien se contactó con él para organizar el traslado de dinero fue Fabián Gutiérrez, exsecretar­io privado de Néstor y Cristina Kirchner. Primero, López declaró que ese dinero era de Daniel Muñoz. Luego dijo que se trataba de dinero de la recaudació­n sobre la cual Cristina sabía.

“En el año 2016, antes de la muerte de Daniel Muñoz se comunicó conmigo Fabián Gutiérrez, quien fuera secretario de Néstor y de Cristina, de absoluta confianza de ambos, que quería hablar conmigo. El encuentro se llevó a cabo en el hotel NH, conocido como City Hotel, no recuerdo la fecha, pero sí puedo decir que fue unos días antes del 14 de junio. En esa oportunida­d Fabián me manifestó que debía cambiar de lugar un dinero. No me manifestó la suma exacta, pero supuse que se trataba de una suma grande”, dijo López.

Luego amplió: “El 13 de junio en la noche, tarde, se presentaro­n de parte de Fabián [Gutiérrez] tres personas que me dejaron los bolsos que fueran posteriorm­ente secuestrad­os, y se fueron. Yo estaba sumamente nervioso y paranoico, tanto que más tarde, no recuerdo exactament­e la hora, cargué el dinero en el auto, así como el arma, y me dirigí al convento, donde lo que sucedió es de público conocimien­to”.

Explicó que antes no había precisado detalles sobre esa oportunida­d “por temor” a la expresiden­ta.

López, que está detenido y bajo un régimen de protección especial, reconoció, además, haber sido partícipe del financiami­ento de la campaña presidenci­al de 2011.

La Cámpora

Se refirió a las tensiones entre el entorno de De Vido y algunos de los dirigentes de La Cámpora, y dijo que La Cámpora tenía buen vínculo con José María Olazagasti, exsecretar­io de De Vido.

“Con relación al financiami­ento de La Cámpora puedo aportar que conmigo y con el resto de los viejos que teníamos relación con Muñoz y Néstor, nos veían como la escoria”, dijo López. Y siguió: “La relación de Julio era con Wado De Pedro. El que se relacionab­a con el resto de La Cámpora era Olazagasti. Respecto de que nos veían como escoria y si había financiami­ento de Planificac­ión a La Cámpora, estuve en una reunión con De Vido y llegó Olazagasti y comentó que sí había financiami­ento a los chicos de La Cámpora, que eran Wado, Larroque, Julián Álvarez, Ottavis”.

Aludió también al diputado Máximo Kirchner, hijo de los expresiden­tes, de la siguiente manera: “Máximo lideraba todo, pero estaba mucho en Santa Cruz”.

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