El viernes, día clave para resolver el conflicto con Utedyc
El gremio exige la reapertura de las paritarias y persiste la amenaza de un paro
La calle Viamonte al 1300 está cortada al tránsito. Apenas hay un móvil policial. No se ve un enjambre de periodistas esperando por la palabra de Claudio Tapia, el presidente de la AFA. Sí se escuchan los bombos, ruidosos, acompañados por las trompetas, infaltables. Son los encargados de aportar la escenografía sonora de la marcha de Utedyc a la sede de la AFA, último eslabón de una cadena de medidas definidas en la asamblea que el gremio realizó el jueves pasado. El objetivo es claro: conseguir que se reabra la paritaria, firmada en diciembre del año pasado con un incremento del 15% que, según los delegados, quedó obsoleto por el actual contexto económico: inflación acumulada del 24,3% y nivel récord del dólar.
Hay banderas de todos los colores. Y también camisetas. De Boca y de River. De Colón y de Unión. No hay gritos ni reproches. Tampoco insultos. Una columna protesta en Viamonte. Otra espera en un vértice de la plaza Lavalle, en la esquina de Libertad y Córdoba. La manifestación durará un par de horas. Tiempo suficiente para que en el despacho presidencial –esas cuatro paredes que durante más de 30 años supo ocupar Julio Humberto Grondona– escuchen que el reclamo del gremio va en serio.
En la previa hubo intercambio de cartas documento. A las 16, la hora señalada para la marcha, Utedyc ya sabía que la AFA los convocaba para negociar el viernes a las 12. Solo un par de días antes del superclásico, que se jugará el domingo en la Bombonera. ¿Por qué no antes? La AFA advierte que no puede negociar con el gremio –que agrupa, entre otros, a los controles que trabajan en los ingresos– sin saber la actual situación económica de los clubes. En otras palabras: antes de ofrecer un porcentaje de aumento, la AFA necesita saber si los clubes están en condiciones de pagarlo. Pero de eso se hablará recién mañana jueves, cuando los principales dirigentes se encuentren para la reunión de comité ejecutivo.
“Vamos a transitar esa reunión apelando a la responsabilidad de las autoridades de la AFA”, adelantó Jorge Ramos, secretario gremial del sindicato, en declaraciones realizadas en la puerta del petit-hotel en el que funciona la AFA. Ramos aprovechó para meterles presión a los dirigentes: “Si en esa reunión no se discute de salarios, no se hace una agenda seria y responsable, vamos a salir y vamos a hablar con los trabajadores y de manera consensuada vamos a ver cuál es el segundo plan de acción que tenemos”.
Las palabras de Ramos no descartan un cese de actividades si es que el cónclave de pasado mañana no arroja respuestas positivas. Las fuentes de la AFA, sin embargo, destacan que el diálogo con el gremio “nunca se quebró”. Y que “a nadie le conviene que el superclásico no se juegue. Ni a la AFA, ni al gremio, ni al Gobierno, ni a los clubes”. Así, esperan llegar a un acuerdo por las buenas. En caso de que las negociaciones se traben, la última instancia para evitar la cancelación de la fecha –y del superclásico– sería una eventual conciliación obligatoria dictada por la cartera laboral.
Antes del fin de semana habrá partidos importantes. Hoy juegan independiente vs. River y Boca vs. Cruzeiro por la Copa Libertadores. Según fuentes del sindicato, la actividad “será normal” tanto en el Libertadores de América como en la Bombonera. “Hay un pedido de AFA de juntarnos. No vamos a tomar ninguna medida hasta el viernes después de la reunión”, agregó Ramos. Y ahuyentó cualquier posibilidad de riesgo para los partidos internacionales de esta semana.
Al caer la tarde, los micros estacionados sobre la Plaza Lavalle se aprestaban para devolver a los manifestantes a sus lugares de origen. En el mismo vehículo volvían a Santa Fe trabajadores de Colón y de Unión, que dejaron por un rato su rivalidad en pos de un objetivo común. Ajenos a todo, seguía el ruido de los bombos y el acompañamiento de las trompetas. Como si fuera una cancha, pero en plena ciudad de la furia y rodeados de moles de cemento.