Crean un área en el gobierno para avanzar con el polo hospitalario sur Los detalles
El Ministerio de Salud porteño lo había relativizado; se oficializó esta semana con el lanzamiento de una unidad especial
Con la creación de una unidad especial en el Ministerio de Salud porteño, oficializada esta semana, avanza la unificación de cinco hospitales en el predio del Muñiz. Hace tres meses, la propia ministra del área lo había relativizado. “Es un proyecto –insistió entonces Ana Bou Pérez ante la consulta–. Aún no sabemos cómo se financiará”.
El lunes, en el Boletín Oficial, se publicó el decreto que confirma que la cartera sanitaria “propicia” el desarrollo de un polo hospitalario en Parque Patricios que integrará al Udaondo (gastroenterología), al Marie Curie (oncología), María Ferrer (rehabilitación respiratoria) y el Instituto de Rehabilitación Psicofísica (IREP) en los terrenos que hoy ocupa el Muñiz (infectología). Además, se organiza la Unidad de Proyectos Especiales (UPE) Complejo Hospitalario Sur bajo la órbita de la Subsecretaría de Planificación Sanitaria.
“Es un proyecto que estamos evaluando seriamente”, había afirmado a la nacion el jefe de gabinete porteño, Felipe Miguel, poco antes de la publicación del decreto. “El objetivo es centralizar cinco hospitales monovalentes y, en menor medida, el IREP. Estamos convencidos de la necesidad de contar con una red de cuidados progresivos en distintos niveles de especialidad y de que unificar hospitales monovalentes agrega calidad a la atención”, sostuvo.
Cuando los funcionarios empezaron a reunirse con los directores y los jefes de servicio de los hospitales, hubo convocatorias de agrupaciones gremiales para rechazar “el traslado” y “la pérdida de identidad”. Se organizaron abrazos simbólicos al IREP, el Muñiz y el Udaondo.
En un recorrido por dos de esos hospitales, las opiniones estaban abiertamente divididas. Algunos pacientes que esperaban su turno en el Marie Curie, en Parque Centenario, se sorprendían ante la información sobre la posible mudanza. Otros habían leído el comunicado de los trabajadores del hospital pegado en los pasillos y las ventanillas de algunos servicios. Tener que viajar más lejos o cambiar de profesionales era lo que más les preocupaba.
Entre el personal las quejas más comunes fueron la falta de información más detallada sobre el proyecto y cómo se organizarán las instalaciones para evitar que pacientes en rehabilitación se crucen con aquellos en tratamiento por enfermedades infecciosas e inmunocomprometidos, cánceres, enfermedades respiratorias y gastroenterológicas.
“Algunos grupos se oponen al proyecto. Nosotros no nos vamos a oponer porque sí –sostuvo Jorge Gilardi, titular de la Asociación de Médicos Municipales (AMM)–. Si esto avanza y lo hace bien, si mejora la salud pública y los recursos humanos y edilicios, la tecnología y la formación profesional, los vamos a apoyar. Si va a disminuir la cantidad de camas, de profesionales o lleva a la tercerización de servicios, estaremos en contra”. Por ahora, agregó, la AMM espera conocer más detalles de cómo funcionará el complejo y quién lo conducirá, entre otros.
Como informó la nacion hace tres meses, los documentos del Ministerio de Salud porteño describen la construcción de un polo hospitalario de alta complejidad en el actual predio del Muñiz. En ellos se prevé la remodelación de 10.000 metros cuadrados, la construcción de 50.000 metros cuadrados y la puesta en valor de las instalaciones. En el predio hay edificios considerados históricos, mientras que el jardín posee árboles que se deben proteger.
El costo estimado a diciembre pasado era de US$160 millones. La mitad se recuperaría con la venta de los predios del IREP y de los hospitales Udaondo y María Ferrer. Bou Pérez anticipó que el Hospital Marie Curie no se puede vender por su valor histórico. El proyecto incluye también el traslado al terreno del Muñiz del Instituto de Trasplantes y el Banco de Drogas Oncológicas de la jurisdicción.
El primer proyecto de creación de un polo hospitalario en el sur de la ciudad se presentó en 2010. En abril de este año, se les comunicó a las autoridades de los cinco hospitales involucrados que el jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, le había indicado al Ministerio de Salud evaluar “la factibilidad de desarrollar un nuevo hospital de alta complejidad” para el sistema de salud porteño.
En el texto, Daniel Ferrante, subsecretario de Planificación Sanitaria, les detalló además que este año se dedicaría a la planificación del funcionamiento y la definición de la arquitectura hospitalaria. Esto no es menor. En especial, si se espera que se sumarán prestaciones, todas de alta complejidad, con estándares de bioseguridad, y “un mayor número de camas que la suma de las de los cinco hospitales para garantizar un aumento de la capacidad asistencial” del sistema público.
Por su parte, el Ministerio de Salud le solicitó a la Subsecretaría de Registros, Interpretación y Catastro retirar del catálogo de bienes protegidos nueve pabellones del predio del Muñiz, incluida la cocina central y las instalaciones de la Unidad 21 para pacientes a cuidado del Servicio Penitenciario Federal. En junio, el Consejo Asesor de Asuntos Patrimoniales elevó los resultados de su evaluación: informó daños “de gravedad al haberse perdido varios pabellones por falta de mantenimiento” y autorizó el pedido con dos abstenciones. Una se fundó en la necesidad de que interviniera la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos.
Su incorporación preventiva al Catálogo de Inmuebles Patrimoniales de la Ciudad se había dispuesto en 2009, un año antes de la presentación del primer proyecto de creación del polo hospitalario sur.
Según pudo conocer la nacion, la primera etapa de estudios con arquitectos, ingenieros y sanitaristas demandará hasta el primer trimestre del año que viene.