Noche de arqueros
Armani y Campaña brillaron en un emotivo empate entre Independiente y River; la serie está abierta e incierta
0 iNdepeNdieNte 0 river Para suspenso y emociones, pocos programas más tentadores que este Independiente-River de Copa Libertadores. ¿Es posible estremecerse con un 0-0? Quien lo dude que vaya a buscar los 90 minutos de Avellaneda. No se le escapará ni un bostezo. No se dieron respiro ni tregua. Un ida y vuelta trepidante, disputado a pecho descubierto, que solo encontró límites en Campaña y Armani. Ambos equipos se citan para el 2 de octubre en otro capítulo que cabe imaginar igual de apasionante. Un homenaje a los grandes clásicos que jalonan el historial de enfrentamientos.
Fue 0-0 porque hubo dos arqueros formidables. También porque a Independiente no le sobra efectividad: no convirtió en cinco de los nueve cotejos de la Libertadores. También porque River sabe echar el candado en la Copa: solo en tres encuentros le vulneraron la valla. Y también porque Independiente la puede pasar mal atrás, pero pocas veces le ocurre lo peor: mantuvo el arco invicto en seis partidos.
Todo sigue abierto, ni siquiera hay una tendencia muy clara, pero sí hay palabras elogiosas para este primer partido entre Independiente y River.
Se tenían ganas y lo demostraron del primer al último minuto, los dos quisieron estar a la altura de sus mejores antecedentes. Comparten el gusto por la pelota y la ambición es un rasgo que los identifica. El primer tiempo se llenó de significados futbolísticos. Nada de artimañas ni mezquindades. A jugar, con ideas, entereza y pasión. En esa pulseada, River fue más, por sentido colectivo, lectura táctica y concentración. A Independiente no le faltó carácter, pero anduvo más por la cornisa y cuando parecía que trastabillaba lo salvó Campaña, Una, dos, tres, cuatro veces en los primeros 45 minutos, ante remates de Montiel, Pratto, Borré y Pity Martínez.
River, muy firme y cohesionado, con Ponzio como patrón en la zona central y el juvenil tucumano Palacios como un auxilio constante para la recuperación y darle salida a la pelota, lo perforó a Independiente por los costados. Las proyecciones de Montiel y Casco, asociados Quintero y Martínez, desnudaron las falencias locales en el retroceso.
Sufría Independiente, pero no daba el brazo a torcer. Esperaba su momento y lo tuvo con Meza por la izquierda con un remate que devolvió el travesaño.
Holan intervino en el descanso para que el partido no se siguiera jugando como quería River. Ingresó Gastón Silva por Francisco Silva para armar una línea de tres y soltar a Bustos y Sánchez Miño como carrileros. Y River ya no controló el medio campo, por primera vez se vio superado e incómodo. Independiente lo interpretó bien y se animó más, armó maniobras que antes no podía. Tuvo otra intensidad el Rojo. Llegó con un remate de Silva en un poste y Armani no quiso ser menos que Campaña en una tapada estupenda a Gigliotti en la boca del arco.
Gallardo puso todo en su contexto: “La pelota que sacó Armani fue increíble. Le da tranquilidad y confianza al equipo”.
River ya no cortaba en el medio y Gallardo puso a Mayada sobre la izquierda para contener a Bustos y ayudar a Casco, que lidiaba con un wing puro como el ingresado Cerutti, que anduvo más por el piso que de pie.
Holan arriesgó con la última modificación para los 25 minutos finales: un delantero (Benítez) por un volante de contención (Domingo); Hernández pasó de mediocampista retrasado. El partido seguía teniendo un montón de matices, estratégicos y anímicos. No aburrió en ningún instante. River oxigenó el ataque con Mora y Scocco. El ajedrez de los bancos también disputaba su duelo.
Independiente sintió el gran desgaste y aflojó un poco en los últimos 20 minutos. Volvió a aparecer Campaña para tapar ante Mayada. Los 90 minutos se cerraron con Borré que no llegó a definir a centímetros de un poste.
De acá a la revancha, River no se puede bajar de la montaña rusa. El domingo le espera el superclásico con Boca y después visita a Lanús. La agenda de Independiente es un poco más desahogada con Banfield y Tigre de puente a la definición de la serie.
Los hinchas de Independiente despidieron al equipo con aplausos, hay que hacerlos extensivos a River y a un partidazo de Copa de Libertadores. Ahora les toca a los simpatizantes de River. Ya están las entradas agotadas para el Monumental. El resultado es incierto, pero el espectáculo parece garantizado.