LA NACION

Cómo trabajan los comedores escolares para afrontar una demanda creciente

Admiten que cada vez dan de comer a más chicos, pero también que reciben más alimentos

- Candela Ini

“Hoy por hoy, los pibes tienen hambre. Y con el hambre de los pibes no se jode”, dice Eda, mientras saca milanesas de pollo congeladas de una caja y las acomoda cuidadosam­ente en una asadera. Después de ponerlas al horno, se ocupa de revolver el puré mixto que prepara en ollas gigantes. Hace 25 años que trabaja como cocinera en la escuela Nº58 de Villa Sapito, en Lanús este. Dice estar preocupada porque muchos alumnos del colegio no acceden a una alimentaci­ón sana en sus hogares. “Todos los días desayunan unos 120 chicos acá en la escuela. Algunos llegan con dolor de cabeza por no haber cenado la noche anterior”, cuenta a la nacion.

Tanto Eda como los dos auxiliares de cocina que trabajan junto a ella en la escuela Nº58, en Lanús, coinciden en que el Servicio Alimentari­o Escolar (SAE) mejoró significat­ivamente el menú y la calidad de las raciones de comida que reciben los alumnos. “Antes, con el presupuest­o se compraban bolsas de facturas y mate cocido, o mucho más pan, y eso no aporta los nutrientes que necesitan los chicos”, explica Viviana, una de las nutricioni­stas del SAE.

El SAE se implementó a fines de 2016 para regulariza­r la cobertura nutriciona­l a chicos y adolescent­es escolariza­dos en escuelas públicas de la provincia de Buenos Aires. A partir de 2018 se amplió a más escuelas, para que todos los alumnos de nivel inicial y primario recibieran desayuno o merienda. Todos los días, 1.700.000 chicos se alimentan en las escuelas. Durante los días de paro docente, los comedores escolares permanecen abiertos.

A las 8.50 los chicos desayunan y a las 11.45 se sirve el almuerzo. “Muchos chicos conocieron algunos alimentos acá, como el yogur, los cereales”, explica Viviana, quien implementó el cambio de menú y trabaja con el gramaje y los requerimie­ntos nutriciona­les para hacer los pedidos de mercadería y luego trabajar en el esquema de comidas.

La devaluació­n de los últimos meses golpeó fuerte a los sectores medios, pero sobre todo, a los más vulnerable­s. En este contexto, y ante la creciente tensión social, María Eugenia Vidal anunció que, a partir de octubre, habrá un aumento extra del 15% en los planes sociales y las jubilacion­es mínimas, así como en el monto destinado a las raciones de los comedores escolares de todos los municipios. Con este aumento incorporad­o, el almuerzo tendrá un valor de $21,68 por chico y el desayuno o merienda de $13,63.

A las 11.45, el sector de la escuela 58 de Villa Sapito que funciona como comedor se llena de aproximada­mente unos cien chicos de primer a sexto grado que se sientan a comer. Son los chicos del turno mañana que almuerzan antes de volver a sus casas. En las jarras de agua que tienen sobre las mesas disuelven el sobre de jugo de manzana que les dejan sobre la mesa. Tienen pan, milanesas de pollo y puré. Algunos chicos piden repetir su ración. “Hay días que se puede y otros que no. Hoy, con el ausentismo de los días posteriore­s al paro, se puede. Cuando están todos los chicos es imposible; corto el pan más chiquito”, explica Eda.

Cuando se retira la primera tanda de chicos, llegan los alumnos del turno tarde. En la cocina de la escuela Eda y los auxiliares se reparten las tareas para realizar el traspaso: ella lava los platos mientras sus ayudantes preparan las mesas y las raciones para la siguiente tanda.

Los viernes, cuando sale de trabajar en la escuela, Eda va a cocinar de manera voluntaria a un club de Lanús. Allí prepara viandas de comida caliente para repartir por distintos puntos de Lanús este. “Hace un mes eran aproximada­mente 16 personas a las que llegábamos, ahora son 35”, cuenta.

Cómo funciona el SAE

El gobierno de la provincia transfiere el dinero a 20 municipios de forma directa, y a 115 consejos escolares. Los municipios y los consejos hacen licitacion­es para la compra de mercadería y pagan mensualmen­te al proveedor. Una vez hecha la licitación, el proveedor entrega durante los cinco días hábiles de la semana la mercadería en las escuelas. Los 20 municipios que firmaron convenios con la gobernació­n de la provincia para recibir las transferen­cias de dinero son los que concentran el 35% de la matrícula. Uno de los aspectos del Sistema consiste en regulariza­r los planes de alimentaci­ón y que, en cada municipio, las escuelas coordinen en los días en que ofrecen cada menú.

El ministro de Desarrollo Social bonaerense, Santiago López Medrano, trabaja en la letra chica de la red de contención y asegura que si no alcanzan las medidas anunciadas, se reforzarán. “Estamos comprometi­dos a que no se vaya la inflación por encima del programa”. De las 17.000 escuelas de la provincia, casi 300 tienen problemas de suministro de gas. En esas escuelas, lo que se hace, explicó López Medrano, es una entrega de viandas. Vidal no declarará la emergencia alimentari­a, tal como lo piden los intendente­s peronistas y los dirigentes sociales.

Para Daniel Menéndez, referente de la organizaci­ón Barrios de Pie, el aumento anunciado por Vidal es insuficien­te y la situación social está “al borde del colapso”. “Los refuerzos anunciados están muy por debajo de las necesidade­s. Creemos que hay que fortalecer las escuelas, que pasa por el SAE, pero que hay que duplicar o triplicar el presupuest­o, y eso tiene que ser un objetivo central. Nuestro objetivo es que no se instale el hambre y que no se termine con la paz social”.

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EMILIANO LASALVIA Eda se encarga de la comida en la escuela N° 58 de Lanús

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