Presupuesto: discretas gestiones del Gobierno con los líderes del PJ
Abrieron canales con el kirchnerismo, el PJ y el massismo para agilizar el trámite legislativo
En medio de la tensa negociación por el presupuesto, el presidente Mauricio Macri le encomendó al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, la negociación para ablandar a los distintos sectores del peronismo para aumentar los votos a favor de la ley de presupuesto 2019 y disminuir los rechazos, con posibles abstenciones o ausencias.
Según pudo saber de la nacion fuentes oficiales, existen conversaciones secretas con los diputados Máximo Kirchner, del Frente para la Victoria (FPV); Diego Bossio y Pablo Kosiner, del Bloque Justicialista, y con líderes del Frente Renovador, de Sergio Massa.
Frigerio trabaja en tándem con el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, y con el jefe del bloque de Pro, Nicolás Massot. Los más duros están en el kirchnerismo y el massismo. Los más dialoguistas, en el peronismo federal, donde quieren dar garantías de gobernabilidad y aprobar la ley, pese a fuertes disidencias en la ley.
Por ahora, la Casa Rosada cuenta entre 130 y 135 votos favorables al presupuesto con “déficit cero” para 2019. Es un piso muy justo y pretenden garantizarse un mínimo de 140. Pero, también, busca reducir los votos negativos para exhibir consenso mayor. Para ello, negociará posibles abstenciones.
El dato político es que Macri le dio el manejo político pleno del Gobierno a Frigerio y a Monzó. El jefe del Gabinete, Marcos Peña, quedó a un lado de la negociación política con la oposición, luego del último cambio en el equipo de ministros, derivado de la reciente crisis cambiaria. El propósito de Macri es dar una señal clara de confianza y previsibilidad a los mercados y asegurar el acuerdo con el FMI para adelantar fondos para 2019.
Frigerio se reunió anteayer con el jefe del bloque de senadores del PJ, Miguel Pichetto, y acordó que el Senado negociará el presupuesto junto a Diputados, con el fin de acelerar el trámite una vez que el proyecto pase la Cámara baja. Busca minimizar el ruido político que genera volatilidad en el mercado.
El ministro del Interior intentará sumar esta semana, al menos, 20 firmas de gobernadores a la adenda del consenso fiscal, que busca compensar con más recursos a las provincias que reducen gastos.
Frigerio dijo ayer que el Gobierno está “cerca” de acordar el Presupuesto pero señaló: “Estamos dispuestos a discutir y escuchar propuestas superadoras” (ver aparte). Fue una señal a sus interlocutores. Monzó habla con Máximo Kirchner. Tienen una relación personal de dos años en la cámara. Monzó procura que el hijo de Cristina Kirchner suavice a los “talibanes” del FPV, como Agustín Rossi y Axel Kicillof, y logre algún apoyo. Sin contar a la izquierda, el FPV es el bloque más inflexible.
Frigerio habla con la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, quien exige borrar de la adenda el aumento del impuesto a las ganancias a funcionarios nacionales, provinciales y municipales. Sus intendentes están en pie de guerra. Esa adenda posterga la rebaja en el impuesto a los sellos y abre la discusión parlamentaria por el impuesto a los bienes personales. Ello es para compensar a las provincias que harán un ajuste de $100.000 millones para completar $400.000 millones de poda a nivel nacional.
Sectores dialoguistas
Monzó conversa, además, con Kosiner, el mas dialoguista del PJ federal, y con Bossio, el más duro. Solo unos 16 o 17 de los 33 diputados justicialistas votarían a favor, transmitió Bossio. Los diputados siguen las posturas de sus gobernadores. Los más racionales son los de Salta, Entre Ríos, Chaco, Córdoba, San Juan, La Rioja (menos Luis Beder Herrera) y Misiones. En duda están Tucumán, Eduardo Bucca (Buenos Aires) y Oscar Macías (Corrientes). Y los duros son Bossio, los de La Pampa y Jujuy. Pero el exjefe de la Anses señaló que hay predisposición a que el Gobierno tenga presupuesto aunque será difícil el camino.
Fuentes de la Casa Rosada aseguran que Monzó y Frigerio abrieron la negociación con Massa, pero allegados al exdiputado aseguraron que la interlocutora es la diputada Graciela Camaño. La Casa Rosada observan que hay halcones y palomas en el massismo.
Cerca de Massa aseguran que “hoy están todos en contra del proyecto” porque el Gobierno “no acepta cambios” sobre el abordaje de ganancias, contribuciones patronales, retenciones industriales, la venta de acciones del Fondo de Garantía de Seguridad, la meta del dólar a 40,5 pesos, la inflación en 23% y el cálculo de ingresos.