LA NACION

El peronismo cordobés empieza a definir la sucesión de De la Sota

Schiaretti se perfila como el candidato para la conducción partidaria; iría por la reelección

- Gabriela Origlia

CÓRDOBA.– Al pesar que generó la muerte del tres veces gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, se sumará en las próximas semanas una reorganiza­ción del peronismo cordobés. Durante dos décadas el liderazgo del movimiento lo tuvo el fallecido exmandatar­io, quien compartió la administra­ción de la provincia con su amigo y socio político, Juan Schiaretti.

El liderazgo de De la Sota en el peronismo local era indiscutid­o, más allá de que en el último año haya concentrad­o sus fuerzas en Buenos Aires. Es que en su proyecto de la candidatur­a presidenci­al se trataba del “territorio por conquistar”. Haber llevado al poder a Unión por Córdoba en 1999 –lugar que la fuerza nunca perdió desde entonces– lo convertía en el jefe.

Con el actual gobernador Schiaretti tuvieron diferencia­s, pero nunca tantas –y siempre bien disimulada­s– como para provocar una fractura en el movimiento. Hasta hace una semana, la atención estaba puesta en si, por primera vez a nivel nacional, los mandamases locales del peronismo se dividirían. Schiaretti rechaza cualquier asociación con el kirchneris­mo duro y De la Sota entendía que se podían sumar.

Aunque todavía el peronismo no definió su candidato a gobernador para 2019, todo apunta a que Schiaretti intentará repetir. Las encuestas marcan una buena evaluación de su gestión y, además, el sector no tiene otra figura de peso. En esa línea, importa quién lo secundará, ya que, por una cuestión de edad del actual mandatario, el peronismo debe empezar a pensar seriamente en la sucesión.

Pretensión del gobernador

Sin De la Sota, Schiaretti ya no deberá negociar con nadie cargos ni posiciones. Deberá, claro, ofrecerles espacios a los dirigentes delasotist­as, pero todo indica que, aunque su perfil sea más de administra­dor que de político carismátic­o, asumirá el liderazgo del partido.

Entre los delasotist­as, su hija Natalia –actual concejal– podría jugar un rol más importante en el peronismo capitalino e, incluso, no se descarta que Olga Riutort, expareja de De la Sota, que se había ido de Unión por Córdoba pueda retornar. La capital provincial le es adversa desde hace varios períodos al justiciali­smo.

A nivel nacional, por el momento, Schiaretti afirma no tener aspiracion­es para competir por una candidatur­a a presidente del Peronismo Federal. Eso lo diferencia de su colega salteño, Juan Manuel Urtubey.

incluso se preparaba una cumbre del sector en esta ciudad para la semana que terminó. Participar­ían también Miguel Pichetto y Sergio Massa. La reunión de relanzamie­nto se postergó para más adelante.

Con la desaparici­ón de De la Sota el kirchneris­mo pierde un interlocut­or. Venía manteniend­o reuniones con intendente­s kirchneris­tas del conurbano bonaerense y se había encontrado con Máximo Kirchner. Pese a los rumores, el exgobernad­or desmintió haber hablado con Cristina Kirchner. imaginaba que era posible acercar a las diferentes líneas; para el Peronismo Federal, sin embargo, esa posibilida­d no está abierta.

La puja radical

Este reacomodam­iento del peronismo encuentra a los referentes de Cambiemos enfrentado­s por quién será el candidato a gobernador.

El diputado Mario Negri ya le adelantó al presidente Mauricio Macri que competirá y el intendente Ramón Mestre ya se lanzó a la carrera con reiteradas advertenci­as a la Casa Rosada de que “no sería bueno que los candidatos de Córdoba se eligieran a dedo”. Propone un “Cambiemos a la cordobesa”.

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ARCHIVO Pichetto reunió a sus adherentes en Quilmes

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