LA NACION

Las buenas noticias de esta semana alientan la esperanza de los inversores

Luego de semanas de turbulenci­a, la cotización del dólar empezó a dar respiro; un posible acuerdo con el fMi aleja los temores de una nueva inestabili­dad

- Sabrina Corujo www.portfoliop­ersonal.com

Sobresalie­nte semana para los inversores. Y aunque faltan varias más en la misma sintonía para la recuperaci­ón y la vuelta a los niveles precrisis (abril), la realidad es que existe detrás del comportami­ento observado un combo de noticias que permiten sostener que en el camino hoy hay bases más sólidas que las que hubo en el último tiempo. Igualmente, la posibilida­d de volver rápidament­e a los máximos resultados en dólares es algo que se descarta de corto plazo.

Si se deben marcar algunos números que “alegraron” a los inversores en la llegada de la primavera, pueden observarse el dólar, el riesgo país (como reflejo de la suba en los bonos) y las acciones. El billete verde se estabilizó –con ayuda del Banco Central al inicio–, y después cedió hasta la zona de los $37,5, nivel un 5,3% inferior al de hace una semana. Se surfeó con éxito una nueva licitación de Lebac que volvió a apuntar a un desarme del stock en el sector privado.

El resto de los activos financiero­s pudieron mantener la recuperaci­ón de la semana previa, e incluso acelerarla. Así, el Credit Default Swap (CDS) a 5 años, como reflejo del riesgo argentino, cayó a la zona de 540 puntos; esto implica una baja de casi 300 puntos sobre los niveles de principios de septiembre y niveles similares a los de mediados de agosto; es decir, antes del nuevo cimbronazo en el tipo de cambio.

En tanto, en contraposi­ción a la baja en este indicador se debe leer la suba en los precios de los bonos. Los títulos soberanos en dólares acumularon ganancias de hasta 5% en la semana, y de hasta 13% en lo que va de septiembre. La curva de rendimient­os normalizó su pendiente, con tasas de entre 5,5% y 10% anual. Hace poco más de dos semanas, la sobrerreac­ción exagerada de un probable escenario de default la había llevado a mostrarse plana, con rendimient­os de entre 10 y 12,5% anual para bonos con durations de 1 a 11 años.

otro dato positivo es que comenzaron a verse movimiento­s en la curva de bonos provincial­es. La oportunida­d de aprovechar arbitrajes entre curvas, y entre posiciones dentro de la misma, vuelve a estar para algunos tipos de inversores.

En renta variable el escenario no es muy diferente. La recuperaci­ón de la última semana impulsó al Merval a recuperars­e a niveles por arriba de los 34.000 puntos. Desde los mínimos intra diarios de fines de agosto, la suba acumulada es de 42,6%, con líderes que subieron hasta 83,6%. No obstante, analizar este comportami­ento de forma aislada del tipo de cambio es un poco ingenuo. En dólares, las pérdidas en el año son de hasta 69%, ante un Merval que cae 43%. A esto habría que agregarle la selectivid­ad por sector.

Pero dicho esto, surgen interrogan­tes sobre las bases de esta recuperaci­ón y su continuida­d. Lo primero tiene una respuesta positiva en los fundamenta­ls. No se habla del nivel de actividad, desde el que seguirán llegando de corto datos malos, sino de la corrección que se espera.

También entran en este “juego”, como catalizado­res positivos para los precios, otras señales financiera­s y políticas. Puntualmen­te, los avances en el proyecto de presupuest­o de 2019 que contiene un acuerdo con las provincias. En lo financiero, de lo que se habla es del despeje de las necesidade­s del próximo año y medio. Esto, fundamenta­do no solo en un adelantami­ento de los fondos por parte del FMI, sino también en la probabilid­ad de que el paquete inicial de US$50.000 millones se termine ampliando.

De hecho, la atención a la letra chica del nuevo acuerdo es lo que espera hoy el mercado para dar un nuevo salto en los precios, o tener una excusa para un nuevo wait and see (esperar y ver). Recordemos como premisa que el mercado siempre se adelanta.

Y con esto último ¿cuánto más pueden subir las cotizacion­es? Difícil de contestar, pero vayamos por parte. Un buen punto es que el escenario externo parece apoyar a los emergentes en general. Los flujos hacia la región parecen volver a recuperars­e, aunque no se podrá evitar cierta volatilida­d.

El apetito por riesgo argentino vuelve así, al menos, a tenerse en cuenta. otro buen punto es que la recuperaci­ón de los precios de los activos financiero­s desde los mínimos ha sido fuerte, y los argumentos de la misma nos permiten, con un grado alto de probabilid­ad, pensar que lo peor ya pasó. Esto no implica que volver a los máximos será simple, directo e inmediato.

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