La sal abunda en las mesas argentinas

Su consumo local es superior al promedio de la región; se recomiendan 1,82 kilos por año

L4,01 kilos consumo per cápita de sal

a frase la “sal de la vida” le da una connotación positiva a este mineral, pero a la hora de hablar del cuidado de las arterias se lo ubica en una posición no tan halagadora, ya que se lo conoce en el ámbito de la salud como el “asesino olvidado”. Sea como sea, la realidad marca que los argentinos abusan bastante de este condimento, ya sea en forma directa o mediante la ingesta de alimentos que lo contienen: según el Ministerio de Salud de la Nación, su consumo per cápita en el país es de 4,01 kilos por año (11 gramos diarios).

El dato es preocupante, ya que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un máximo de 1,82 kilos anuales (5 gramos por día). El 70% de la ingesta de sodio proviene de alimentos procesados y ultraprocesados como panificados, embutidos, enlatados, congelados, quesos, caldos, sopas y envasados en general.

En este contexto, el Ministerio de Salud de la Argentina firmó en 2010 convenios con grandes empresas alimentarias, que se comprometieron a disminuir entre un 5 y un 18% el contenido de sal en sus productos.

El mundo no está mucho mejor que la Argentina en este sentido. Brasil tiene un consumo per cápita similar al de la Argentina (oscila entre 11 y 12 gramos diarios); mientras que Canadá, México, Chile, España y los Estados Unidos están en el rango de 8,5 y 9 gramos diarios (es decir, 3,10 y 3,28 kilos, respectivamente). En Asia Central, en tanto, alcanza los 13 gramos diarios.

Científicos de la Oxford Academy publicaron un estudio en la International Journal of Epidemiology que demuestra que el consumo de grandes cantidades de sal incrementa el riesgo de sufrir una muerte prematura. En ese sentido, si se reduce 30% su consumo para 2030, se pueden evitar millones de muertes por accidentes cerebrovasculares, enfermedades cardíacas y trastornos relacionados.