Pasado el exabrupto, habrá mejores emociones para Velasco

Ante francia y por el mundial, se despedirá como entrenador del seleccionado

Febrero de 2014. Julio Velasco, afamado entrenador de voleibol de exitosísima conducción del seleccionado italiano, concretaba un sueño que imaginaba allá por 1982, en esas noches de Luna Park en las que colaboraba con el coreano Young Wan Sohn, DT del equipo argentino que logró la medalla de bronce en un Mundial que marcó el despegue de este deporte en nuestro país. Habían pasado 32 años: Velasco se hacía cargo de la selección argentina masculina.

A pesar de que su ciclo tenía como fecha de vencimiento los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, será un domingo especial para él. Lejos de La Plata, donde nació, se formó, casi se recibió de licenciado en filosofía antes de transformarse en lo que es: un referente, un señor del deporte. En Varna, Bulgaria, ante Francia, por la 2a etapa del Mundial (a las 11), será su adiós como conductor del seleccionado. “Por motivos personales y familiares”, anunció en mayo pasado, sin profundizar. Tras la derrota con Serbia por 3-0 (25-18, 25-22, 25-22), la Argentina no tiene chances de clasificarse. Concluida la participación, será su despedida.

El exabrupto, un festejo alocado tras la increíble victoria sobre Polonia (campeón mundial) con cortes de manga incluidos, algo que no está en su espíritu y de lo que seguramente se arrepentirá por largo tiempo, le valió una sanción exigua: un partido sin estar en el banco. Acaso como homenaje a su carrera. Para que pudiera estar este domingo.

Velasco trascendió el voleibol y hastaPepGuardiolaquisoconocerloparahablardemétodos.Cuando la Argentina enfrentó a Italia hace unos días en Florencia, la gente lo ovacionó de pie. Largamente. No olvidan los oros en Mundiales y Ligas Mundiales ni sus enseñanzas. Lo abordarán nuevas emociones, como la del oro panamericano en Toronto 2015. Con la camiseta que siempre soñó.