El debate que sigue pendiente
La Nación y las provincias avanzaron en varios temas, pero advierten que todo se concentra en la coyuntura
en la negociación entre la nación y las provincias se lograron algunos acuerdos, pero advierten que todo se concentra solo en la coyuntura
CÓRDOBA. El proyecto de presupuesto 2019 ingresó al congreso tras una intensa negociación entre la nación y las provincias que terminó con el acuerdo de solamente una parte de los gobernadores. El debate se concentró en los temas de coyuntura. las cuestiones de fondo sobre las obligaciones y el reparto de recursos de cada nivel del Estado sigue pendiente. “la argentina tiene que ir a un sistema más institucional, legislado, de federalismo de concertación”, define el economista Juan llach.
El gran tema pendiente sigue siendo una nueva ley de coparticipación (está demorada desde hace 22 años) y la definición clara de los niveles de responsabilidad de cada jurisdicción, para evitar superposición de gastos e ineficiencias en la gestión. llach propone, incluso, un fondo de convergencia. “Hay que entrar en una etapa más constructiva del debate, que sea no solo de emergencia”, describe. Y plantea que para que las provincias puedan ejercer “mejor” sus potestades tributarias “hay que derogar las normas” de la ley de coparticipación que “limitan esos poderes”.
las claves del debate entre la nación y las provincias pasaron por la necesidad de ajustar el gasto. Se avanzó en eliminar los subsidios al transporte (sin incluir ferrocarriles) y aportes del Tesoro nacional (se generan automáticamente por la coparticipación pero, en vez de repartirse, quedarán en manos de la casa rosada). También se resolvió frenar la baja del impuesto provincial a los Sellos; establecer que los giros para cubrir el rojo de los sistemas previsionales no transferidos a la nación sean automáticos, y derogar todas las exenciones de Ganancias para los extras que cobran funcionarios públicos.
llach valora que, desde el inicio, la gestión de cambiemos avanzó en negociaciones con las provincias. ocurrió, por caso, para generalizar la devolución del 15% de los fondos de coparticipación que antes iban a la anses (hubo un fallo de la corte que solo alcanzó a córdoba, Santa Fe y San luis), para diseñar una ley de responsabilidad Fiscal y para el pacto fiscal. ahora considera que hay que ir “más profundo”.
para alberto porto, experto de la Universidad nacional de la plata en temas de federalismo fiscal, debatir en medio de la crisis hace “que se apele a todos los instrumentos, aun cuando no sean los más adecuados. Todos tienen que ceder una parte, hacer ajustes; este es un período complicado para la actividad y, si se hacen bien las cosas, las perspectivas pueden ser buenas”. Dice que “no se puede afirmar que una provincia esté beneficiada o perjudicada con la distribución de la coparticipación, los subsidios y el resto de los gastos nacionales, hasta que no se sepa cuánto aporta en impuestos para su financiamiento”.
llach es partidario de “perfeccionar” la ley de responsabilidad Fiscal, con sanciones para los funcionarios que la incumplan, como hay en Brasil. “además de ‘castigos’ económicos a las jurisdicciones hay que pensar en una sanción personal, para hacer notar la gravedad de la consecuencia de no cumplir la norma, que es motivo de nuestra recaída continua en el endeudamiento y de intentar el cierre de apuro del déficit; eso termina golpeando a los más pobres “.
llach y porto participaron en córdoba de una jornada del instituto de Federalismo que preside el constitucionalista antonio Mario Hernández, donde recibieron el premio provincias Unidas.
porto destaca que en el debate hubo acuerdos importantes, como el traslado de partidas de gastos, que afectará principalmente a la ciudad y a la provincia de Buenos aires y obligará a que los precios de sus servicios “se emparejen con lo que venían pagando en el resto del país; se va en la dirección correcta”.
agrega que los ajustes tendrían que hacerse por el lado del gasto y no de los ingresos: “En recesión, disminuir el gasto público es siempre problemático; debería actuarse de manera contra cíclica, pero en la argentina en las buenas épocas el gasto se termina expandiendo”.
En materia impositiva, llach entiende que hay que terminar con ingresos Brutos, que equivale a 4% de pBi y que “significa una pérdida de competitividad” para todos los sectores. Explica que el 10,45% del pBi ($45.000 millones) está en cargas distorsivas; en Brasil ese índice es de 6,6%; en corea y Estados Unidos, 2%; en Uruguay, 0,8%; y en chile, 0,6%. El promedio en los países desarrollados es de 0,6%.
porto es pesimista respecto de una nueva ley de coparticipación: “no veo ninguna posibilidad de discutirla en el corto plazo, porque es muy complejo el mecanismo para aprobarla. la política fracasó en la argentina desde 1994, aun en épocas de bonanzas no se pudo debatir. Hay que repensar todo y no es lo que se está haciendo”.
llach entiende que se puede avanzar y que, al menos, debería complementarse con “fondos de convergencia”, con recursos destinados a las zonas más postergadas y un programa que fije objetivos claros. “Un poco, el espíritu del plan Belgrano era ese, pero hay que darle un marco más amplio porque la meta es alcanzar un grado equivalente de niveles de vida en todo el territorio nacional y hay que hacerlo con recursos incrementales, para no afectar lo que está en ejecución”.
“la época de escasez de recursos es buena para hacer planes, para pensar en el futuro –continúa-. Un fondo de convergencia sería un paso adelante y debería estar orientado al capital humano; ser una política de Estado”. También sostiene que no debe seguir “el invento” del kirchnerismo de una relación directa entre la nación y los municipios: “la mayoría de las provincias tienen ley de coparticipación y ese es el camino; las comunas tienen cada vez un rol más relevante, pero deben cumplirlo a través de ese modelo”.