Decomisaron $150 millones en medicamentos que eran vendidos en el mercado negro
Más de un millón de cajas con remedios fueron encontradas en un búnker secreto de una droguería porteña
Meses atrás, personal de la Policía de la Ciudad advirtió que desde una droguería de San Cristóbal se vendían a negocios de la zona y a clientes particulares medicamentos sin la debida autorización. Se inició entonces una investigación que avanzó hasta que ayer detectives policiales y judiciales descubrieron detrás de una puerta secreta y de paredes falsas de aquel local un millón de cajas de remedios, mercadería valuada en $150 millones. Así lo informaron a la nacion fuentes policiales y judiciales.
La investigación está a cargo de la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (Ufema) porteña, a cargo de Matías Michienzi, con la colaboración de la División de Delitos contra la Salud de la Policía de la Ciudad.
En principio, según informaron fuentes judiciales, los medicamentos secuestrados eran legítimos, pero se los comercializaba de forma ilegal, sin permisos ni recetas. “No se trataría de mercadería apócrifa. Pero para hablar con certeza debemos esperar los peritajes que hará la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica [Anmat]”, explicó un detective judicial.
“Es un procedimiento histórico para la Argentina. No hay antecedentes de un secuestro de esta magnitud. Los medicamentos estaban guardados sin ningún tipo de protocolo de conservación. Fue un gran trabajo de la Policía de la Ciudad y el Ministerio Público”, afirmó el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Martín Ocampo.
El operativo se realizó en una droguería situada en Cochabamba al 2600, del barrio porteño de San Cristóbal, y en un depósito contiguo. “La Policía de la Ciudad encontró que en la droguería había un subsuelo con una entrada ciega y, en su interior, más de 375.000 cajas de diferentes medicamentos”, explicó la Fiscalía de la Ciudad en un comunicado de prensa.
La sorpresa fue mayor cuando los detectives policiales recorrieron un pasillo y descubrieron que detrás de una estantería había una “puerta secreta” que, según la definición de los investigadores policiales y judiciales, comunicaba con un “búnker” de medicamentos.
“Se trataba de un local contiguo, en principio separado de la droguería, al cual se accedía a través de esta puerta escondida. Allí se encontraron más de 400 pallets de cajas de medicamentos sin las medidas de conservación adecuadas. El lugar, además, tenía su propio montacargas, con el cual se llevaba la mercadería hacia un primer y un segundo piso. Allí se secuestraron más de 650.000 cajas de remedios”, se agregó en el comunicado de prensa del Ministerio Público Fiscal porteño.