Áreas marinas protegidas
La conservación del mar es fundamental para nuestro país. Por eso es esencial que se garantice la preservación de las especies y sus hábitats en el mar Argentino.
A un año del anuncio oficial de la creación de las primeras áreas protegidas marinas y de su ingreso al Congreso, nada ha cambiado. Aun cuando la sociedad ha comprendido la urgencia de garantizar la protección de nuestros océanos, la agenda ambiental sigue postergada.
La creación de las Áreas Marinas Protegidas (AMP) Yaganes y Namuncurá-Banco Burdwood II trasciende partidos políticos, atraviesa generaciones, provincias e intereses, y nos involucra a todos por igual con un objetivo común: preservar el mar Argentino. Es imprescindible lograr progresos sustanciales en la protección del ecosistema marino y mitigar el impacto de prácticas no sostenibles, así como los daños que la pesca ilegal de buques extranjeros está ocasionando.
Se debe avanzar hacia la creación de áreas marinas protegidas de modo de mitigar la desaparición masiva de especies, la contaminación y los efectos del cambio climático.
El territorio marino representa el 36% del territorio argentino, con 6816 kilómetros de costa y 1.783.278 kilómetros cuadrados de mar. Pero tan solo el 2,6% está protegido.
La creación de las AMP Yaganes y Namuncurá-Banco Burdwood II aumentaría la superficie total protegida, reduciría el esfuerzo pesquero en las zonas aledañas y este espacio podría contribuir a la restauración de las pesquerías al garantizar áreas de cría, alimentación y migración. Se trata de dar refugio a todas las especies que viven y transitan sus aguas, como la ballena fin, el pingüino de penacho amarillo, el albatros de ceja negra, el delfín cruzado, la merluza de cola y la sardina fueguina, entre muchas otras, incluidas algunas que todavía falta descubrir.
Los diputados y senadores que conforman el Poder Legislativo Nacional, como la voz de sus representados, deben ser los responsables de velar por nuestros derechos y nuestra seguridad. Y en ese contexto, deberían comprender que sin océanos no hay vida, por lo cual la necesidad de crear estas dos áreas es urgente y es de todos.