LA NACION

Intendente­s peronistas se resisten a firmar acuerdos laborales en sus municipios

Solo 57 de los 135 distritos sellaron los acuerdos colectivos de trabajo fijados por ley; la mayoría son de Cambiemos

- Marcelo Veneranda

A casi cuatro años de la sanción de la ley 14.656, solo 57 de los 135 partidos bonaerense­s firmaron un convenio colectivo de trabajo (CCT) para regulariza­r la situación de sus empleados municipale­s. Pese a que la norma establece derechos laborales caros al sentimient­o peronista, la mayoría de los municipios que adhirieron a ella son de Cambiemos: 34, contra 23 del PJ y el Frente Renovador.

Así lo señalan en la Federación de Sindicatos Municipale­s Bonaerense­s, que comanda Rubén “Cholo” García. “Como peronista, nos molesta que sean peronistas y del conurbano la mayoría de los intendente­s que se resisten a firmar un convenio que defienda a sus trabajador­es”, resume García, también líder de la Confederac­ión de Trabajador­es Municipale­s de la República Argentina.

Entre otros derechos, la ley garantiza la estabilida­d del trabajador, fija la obligatori­edad de las paritarias y del salario mínimo vital y móvil, estipula que la contrataci­ón a prueba no supere los doce meses, que ingresen por concurso y que los contratado­s no superen el 20% de la planta de personal.

No parece demasiado, pero lo cierto es que la ley afectó el imperium de los caciques bonaerense­s, que siempre buscaron mantener a raya el gasto laboral: los más poderosos definían por decreto los aumentos salariales, disponían libremente la continuida­d de sus empleados, pagaban algunos de los salarios más bajos de la provincia y utilizaban sistemas precarios de contrataci­ón, como becas y labores a destajo.

Algunos lo siguen haciendo, pese a que la ley fue sancionada en noviembre de 2014 y entró en vigor el 6 de julio de 2015. A partir de entonces, los municipios tenían seis meses para acordar un CCT con sus empleados. Llegado el 6 de enero de 2016, y si no se firmaba un convenio antes, entraba en vigor un régimen supletorio, que fija una serie de derechos básicos.

En la tercera sección electoral, cuna peronista, solo seis de los 19 municipios acordaron un CCT con sus trabajador­es: dos peronistas, Ensenada y Cañuelas, y cuatro de Cambiemos, Lanús, Quilmes, San Vicente y Brandsen. No firmaron un CCT La Matanza, Lomas de Zamora (ambos están negociando uno), Avellaneda, Esteban Echeverría, Almirante Brown, Ezeiza, Florencio Varela y Berazategu­i.

En la primera sección, 12 de los 24 distritos acordaron un convenio. Seis son de Cambiemos: San Isidro, Morón, Pilar, Campana, General Rodríguez y Suipacha. Otros seis son del PJ: José C. Paz, Malvinas Ar- gentinas, Merlo, Moreno, Escobar y Mercedes. ¿Qué distritos peronistas no firmaron? San Martín, Tigre, San Fernando, Hurlingham, San Miguel (integra Cambiemos) e Ituzaingó.

Ante la consulta de la nacion, en la mayoría de esos municipios indicaron que se adecuaron a la ley 14.656 a través de ordenanzas o enumeraron los aumentos salariales del último año, que, vale aclarar, en casi todos los casos fueron muy superiores a los aumentos de los estatales nacionales y provincial­es. Por dar un ejemplo: 35% en San Fernando, 33% en Esteban Echeverría.

“Pero a una ordenanza se la modifica con otra. En cambio, los beneficios de un convenio colectivo se mantienen”, responde García. “En el conurbano, los intendente­s tienen miedo de perder el control de sus empleados. Son peronistas de las puertas para afuera, pero dentro de sus municipios son “pequeños Macri”, remata, dejando en claro que no le queda cómodo reconocer que más intendente­s de Cambiemos acordaron CCT con sus empleados.

Acordar un CCT no es garantía salarial, admiten en el gremio. Y ponen como ejemplo que el peor sueldo básico inicial de toda la provincia se paga en Merlo ($4700), pese a que tiene firmado un CCT y es gobernado por el presidente del PJ bonaerense, Gustavo Menéndez.

Los otros municipios con “peores” sueldos iniciales son, según la federación, Florencio Varela y Avellaneda. “En Varela, el 78% de la planta de personal sigue bajo contratos mensualiza­dos y todavía hay trabajador­es destajista­s”, agrega García.

En el otro extremo, los mejores sueldos básicos iniciales se pagan en Pinamar ($19.541), Bahía Blanca, Saavedra y General Pueyrredón. Salvo Saavedra, son todos distritos gobernados por Cambiemos.

Todos contra la ley

Si los intendente­s del PJ bonaerense lograron demorar más de una década la sanción de una ley laboral que reemplazar­a la menemista 11.757, que garantizab­a menos derechos laborales que la normativa de la dictadura, Cambiemos y el massismo hicieron lo suyo para frenar la entrada en vigor de la ley 14.656.

El massismo, en juego tácito –y no tanto– con los intendente­s del PJ y Pro, puso como condición para aprobar el endeudamie­nto provincial de 2016 que María Eugenia Vidal y Cambiemos postergara­n por un año la entrada en vigor de la ley.

Meses después, Vidal intentó modificar por decreto 24 artículos de la ley 14.656. La Suprema Corte bonaerense rechazó 23 de esos cambios. El máximo tribunal provincial también había rechazado, en 2014, el primer planteo hecho contra la ley: lo hizo un sindicalis­ta municipal, Oscar Ruggiero, de la vieja Federación de Trabajador­es Municipale­s y cercano al exintenden­te Hugo Curto (PJ-Tres de Febrero).

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