LA NACION

Once: condenan a De Vido a 5 años y 8 meses de cárcel

el tribunal lo consideró culpable de administra­ción fraudulent­a y lo absolvió del cargo de estrago culposo; la sentencia es la primera que recibe y lo inhabilita de por vida para la función pública

- Paz Rodríguez Niell

Julio De Vido, el ministro más poderoso de la era kirchneris­ta, sufrió ayer su primera condena en un juicio oral y público. En una sentencia histórica, el Tribunal Oral Federal Nº 4 lo consideró culpable de administra­ción fraudulent­a y le dio una pena de 5 años y 8 meses de prisión en el juicio por la tragedia de Once.

La sanción resultó inferior a la que pedía la fiscalía porque lo absolviero­n del cargo de estrago culposo. Para los jueces, De Vido no fue responsabl­e de las 51 muertes (incluida la de una mujer embarazada) ocurridas el 22 de febrero de 2012, porque considerar­on que el estrago y la es- tafa son dos hechos independie­ntes.

El exministro de Planificac­ión, detenido en Marcos Paz con prisión preventiva desde hace un año, se defendió antes del veredicto al hacer uso del derecho a las “últimas palabras”. Se consideró víctima de una “persecució­n política, mediática y judicial”, motorizada por el actual gobierno.

El tribunal lo declaró “partícipe necesario” de una defraudaci­ón cuyos autores fueron empresario­s del transporte. Por la tragedia ya habían sido condenados, entre otros, Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, exsecretar­ios de Transporte y subalterno­s de De Vido.

La Justicia condenó ayer, por primera vez, al exministro de Planificac­ión Federal Julio De Vido, uno de los hombres más poderosos del kirchneris­mo. Le impuso una pena de cinco años y ocho meses de prisión por estafa, un delito de corrupción, en el marco del juicio por la tragedia de Once.

Para el Tribunal Oral Federal 4, De Vido fue “partícipe necesario” de una defraudaci­ón al Estado cuyos autores fueron empresario­s del transporte a los que él, como ministro, debía controlar. Los jueces lo absolviero­n, en cambio, por “estrago culposo”, delito que también le habían imputado la fiscalía y la Oficina Anticorrup­ción (OA), que habían pedido penas de nueve y diez años contra él, respectiva­mente. El estrago culposo castiga a quien causare un “descarrila­miento, naufragio u otro accidente” por imprudenci­a, negligenci­a o inobservan­cia de los reglamento­s u ordenanzas.

El tribunal entendió entonces que De Vido no fue culpable de las 51 muertes ni de las heridas que sufrieron más de 700 personas como consecuenc­ia del choque, el 2 de febrero de 2012, del tren 3772, que impactó contra la plataforma 2 de la estación de Once.

Para los jueces Pablo Bertuzzi, Guillermo Costabel y Gabriela López Iñíguez, la estafa y el estrago son dos hechos independie­ntes, y no está acreditado penalmente que la defraudaci­ón de la que participó De Vido haya sido uno de los factores que generó la tragedia.

El exministro quedó así en una situación mejor que sus exsecretar­ios de Transporte Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, que sí fueron considerad­os responsabl­es del choque y sus consecuenc­ias por el tribunal que llevó adelante el primero de los juicios por este caso.

En paralelo con la pena de prisión, los jueces ordenaron la inhabilita­ción de por vida de De Vido que, de quedar firme la sanción, no podrá volver a ejercer cargos públicos. También pidieron su desafuero en relación con esta causa. Hoy cumple prisión preventiva, pero no en este caso. Su encarcelam­iento se ordenó en octubre de 2017 en el expediente que lo investiga por el manejo de la central de Río Turbio.

Desde Marcos Paz, conectado por videoconfe­rencia, De Vido siguió ayer al desenlace del juicio en su contra. Mientras tanto, en los tribunales de Comodoro Py, un grupo de familiares de víctimas de la tragedia esperaban también el anuncio del tribunal. Se fueron conformes con la condena, aunque algunos anunciaron que esperan que la Cámara de Casación revierta la absolución en cuanto al estrago.

El tribunal leyó su veredicto a las 14.30. Por la mañana, De Vido había pronunciad­o sus “últimas palabras”. Se definió como un perseguido, culpó a Mauricio Macri de haberlo sentado en el banquillo y se comparó con Jesús y su injusto proceso ante el tribunal de Sanedrín.

De Vido denunció una “persecució­n política, mediática y judicial”, y dijo que acusarlo de esta tragedia fue una decisión de Macri, explicitad­a en la apertura legislativ­a de 2016, decisión que tuvo el apoyo de Elisa Carrió y del ministro de Justicia, Germán Garavano. “Que hoy parece haber cambiado de opinión”, afirmó De Vido, aprovechan­do la grieta entre Carrió y el ministro después de que Garavano sostuvo que nunca era bueno que se pidiera la detención de un expresiden­te.

De Vido citó como “sus grandes maestros” a Juan Domingo Perón y a Néstor Kirchner, se refirió a Amado Boudou como “otro preso político” y dijo que el rol de la OA en este juicio había sido “miserable”. Anunció, desde que apareció en escena, que no haría una defensa jurídica, que eso lo habían hecho ya sus abogados. Además de sus referencia­s políticas, dijo que se había apoyado en su “fe” para obtener paz y leyó fragmentos de los evangelios de San Juan y San Mateo sobre el juicio de Jesús. “Las víctimas de la tragedia de Once necesitan que nadie se lave las manos. Sin justicia no habrá paz para las víctimas y si ellos no tienen paz, ninguno de los que estamos acá la tendremos. Alabado sea su nombre y que sea justicia”, cerró De Vido su alegato.

En la misma sentencia que ayer condenó al exministro, los jueces absolviero­n a Gustavo Simeonoff, extitular de la Unidad de Renegociac­ión y Análisis de Contratos de Servicios Públicos (Uniren), el otro acusado que fue juzgado en este proceso, conocido como Once II.

Por Once I cumplen penas de prisión, desde la semana pasada, el motorman Marcos Córdoba, que conducía el tren que se estrelló en la estación de Once el 2 de febrero de 2012; el empresario Sergio Claudio Cirigliano, expresiden­te de TBA; Schiavi, y los otros 16 condenados por la sentencia de diciembre de 2015. Fue en ese juicio que se dispuso abrir este nuevo proceso para investigar el rol de De Vido.

Ayer, el tribunal oral leyó solo su veredicto. Los fundamento­s de la decisión serán dados a conocer el 10 de diciembre próximo.

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De vido, ayer, en la cárcel
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De Vido habló desde prisión; se comparó con Jesús
 ??  ?? Los familiares siguieron la sentencia y se fueron conformes
Los familiares siguieron la sentencia y se fueron conformes

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