Una denuncia frena el idilio de los mercados con el exmilitar
Paulo Guedes, el gurú económico del diputado ultraderechista, es investigado por fraude
RÍO DE JANEIRO.– Tras un breve pero apasionado romance, los mercados financieros y el aspirante presidencial Jair Bolsonaro entraron ayer en una DR, discussão do relacionamento, como se llama en Brasil a las crisis de pareja. Las tensiones comenzaron por declaraciones poco animadoras del candidato, pero en la discordia también se coló un tercero, su asesor económico Paulo Guedes, que está investigado por sospechas de fraude.
Después de dos días de euforia por los resultados de la primera vuelta electoral en la que Bolsonaro quedó a un paso del Palacio del Planalto, la Bolsa de San Pablo cerró ayer con una caída del 2,8%, mientras que el dólar subió 1,4% frente al real por los ruidos provenientes de la campaña del favorito para ganar el ballottage del 28 de octubre.
Según reveló ayer el diario Folha de S. Paulo, el Ministerio Público Federal en Brasilia inició una investigación sobre Guedes, gurú neoliberal de Bolsonaro, por presuntos fraudes en negocios con fondos de pensión estatales realizados entre 2009 y 2013. A lo largo de esos años, el economista captó al menos 1000 millones de reales de los fondos de pensión del Banco do Brasil, Petrobras, la Caixa Económica Federal, Correos y el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes), dirigidos por ejecutivos ligados al Partido de los Trabajadores (PT) y el Movimiento Democrático Brasileño (MDB) –entonces aliados en los gobiernos de Luiz Inacio Lula da Silva y Dilma Rousseff–, y que también están bajo la lupa de los fiscales por sobornos en esas entidades.
Según la investigación, parte del dinero que recibió Guedes de los fondos fue inyectado en una compañía que controlaba HSM Educacional. A través de esa firma, adquirió de sus entonces dueños y management argentinos la operación de la exitosa empresa HSM do Brasil, marca con la que buscaba realizar eventos, conferencias y entrenamiento de educación ejecutiva en el país. Pero según los fiscales, las actividades de HSM do Brasil dieron luego millonarias pérdidas, por lo que hay “relevantes indicios” de que la intención era cometer “crímenes de gestión fraudulenta o temeraria de instituciones financieras y emisión y negociación de títulos inmobiliarios sin garantías”.
En un comunicado, Guedes calificó el informe del Ministerio Público como “evidentemente mentiroso” y llamó la atención sobre el momento en que es divulgado. “Es claro que esta iniciativa es una afrenta a la democracia, cuyo principal objetivo es confundir al elector”, resaltó.
No fue, sin embargo, la única noticia que causó preocupación entre los agentes financieros y puso en duda al mercado sobre su apoyo a Bolsonaro. En una entrevista al canal Bandeirantes, el candidato puso límites a las propuestas defendidas antes por él y por Guedes sobre privatizaciones y concesiones de empresas estatales, sobre todo en el área energética. Dijo que no está dispuesto a vender activos de compañías públicas en el área de la generación eléctrica, como Eletrobras, aunque sería posible “conversar” sobre privatizaciones en la distribución de electricidad. Asimismo apuntó que quisiera conservar “la médula” de Petrobras y que la petrolera “no puede tener una política predatoria” para los combustibles. Y destacó que hay que ser cuidadosos con las ventas de empresas estratégicas a capitales chinos.
“China no está comprando en Brasil, está comprando a Brasil. ¿Vamos a dejar Brasil en manos chinas?”, señaló en un arranque nacionalista que contrastó con las promesas abiertamente liberales que había hecho hasta ahora.
Como resultado de sus comentarios, en la Bolsa de San Pablo las acciones de Eletrobras se derrumbaron un 8% y las de Petrobras cayeron un 3%.
Otras declaraciones que generaron desconfianza vinieron del diputado Onyx Lorenzoni, uno de los principales aliados de Bolsonaro, a quien el aspirante presidencial ya considera como su eventual jefe de gabinete. Lorenzoni aclaró que si bien Bolsonaro quiere impulsar una profunda reforma previsional pronto, no cree que el proyecto ya presentado por el gobierno en el Congreso sea el camino.
“Jair no apoyó esa propuesta de reforma, ni yo tampoco ni la mayoría de personas que respaldan a Bolsonaro porque es una mala propuesta, no resuelve nada”, dijo.