Frigerio hizo gestiones y evitó una derrota segura en el Senado
Solo el kirchnerismo insistió en derogar la polémica resolución de la Secretaría de Energía
El anuncio del Gobierno de que no aplicará el traslado a los usuarios de la compensación a las empresas de gas por la devaluación del peso evitó ayer que la oposición avanzara en el Senado con la derogación de la medida, lo que hubiese significado un duro golpe político para la Casa Rosada.
Las gestiones del ministro Rogelio Frigerio lograron que la Cámara alta aprobara un proyecto de comunicación que pide dejar sin efecto la resolución 20/2018 e insta al Poder Ejecutivo a iniciar negociaciones con las empresas proveedoras de gas para encontrar una solución “sin costo para los usuarios”. Solo el kirchnerismo insistió en derogar por ley la controvertida resolución de la Secretaría de Energía. Ante el fracaso de su propuesta, el FPV también votó el proyecto de comunicación.
“El Estado va a tener que hacerse cargo con recursos públicos de pagar esto, no me parece justo ni equitativo”, sentenció Cristina Kirchner (FPV-Buenos Aires).
El acuerdo alcanzado por Frigerio con los líderes de ambas cámaras fue defendido por las principales bancadas. “El Senado paró esta medida. Hemos logrado que el Gobierno deje sin efecto este dislate, que les hacía pagar el costo de la devaluación a los usuarios”, destacó el jefe del bloque del PJ, Miguel Pichetto (Río Negro).
El líder del bloque oficialista, Luis Naidenoff (UCR-Formosa), aclaró que la resolución nunca había entrado en vigor porque no fue aprobada por el Enargas y recordó que Cambiemos se hizo cargo “de una Argentina que había perdido al autoabastecimiento energético, que importaba gas” y que, en sus últimos diez años, el kirchnerismo “gastó US$85.000 millones en subsidios” a los servicios públicos.
Pichetto también le dedicó un párrafo a la senadora Kirchner. “En la política lo que importa es el mensaje, la señora expresidenta debería saberlo”, dijo. La alusión incomodó a la senadora, quien fuera de micrófono salió al cruce del discurso de su rival político. Molesto por la interrupción, el rionegrino reaccionó y, sin advertir que tenía el micrófono abierto, le dedicó a la expresidenta un “sí, su orgullo es infinito”.