Maryse Condé, ganó el “Nobel alternativo”
Su obra describe las miserias del mundo colonial
En la biblioteca pública de Estocolmo, desde una sala de boiserie y estantes con libros, se produjo ayer el anuncio tan esperado. “Queridos amigos, ¿Están listos? ¿Quieren conocer quién es el ganador?”, dijo la periodista Alexandra Pascalidou, impulsora de la New Academy, institución que este año entrega el máximo galardón de las Letras, el “Nobel alternativo”. Con una algarabía más propia de un programa de TV que de una sobria premiación intelectual, Pascalidou expresó en la transmisión en vivo que aquel era “un momento sagrado e histórico”. La autora francesa Maryse Condé, feminista, que ha retratado tantas veces el mundo poscolonial, con sus conflictos de raza y clase, ha recibido esta distinción.
“Estoy muy feliz con este premio y permítanme compartirlo con mi familia, mis amigos y toda la gente de Guadalupe, un país tan pequeño, solo mencionado por sus huracanes y terremotos”, dijo la ganadora en un video que se emitió en pantalla. Autora de novelas como Desirada y Segu, Condé se impuso ante la vietnamita (radicada en Canadá) Kim Thúy y el inglés Neil Gaiman, los otros finalistas. Nacida en 1937, la narradora fue además profesora en la Universidad de Columbia, en Nueva York, y ahora divide su tiempo entre Francia y Guadalupe. Además del honor de la distinción, recibirá US$112.000 [casi siete veces menos que el Nobel].
“En su trabajo describe las atrocidades de la vida colonial y el poscolonialismo con un lenguaje maravilloso. Utiliza al género, la raza y la clase para crear nuevas constelaciones”, agregó el fallo del jurado. Prácticamente inédita en castellano, ha escrito más de veinte novelas, entre ellas su versión de Cumbres borrascosas, una reinterpretación de esta tragedia ambientada en el Caribe, Windward Heights.
“Hemos fundado la newa ca demy para recordar que la literatura y la cultura, en general deberían promover la democracia, la transparencia, la empatía y el respeto, sin privilegios, prejuicios de arrogancia o sexismo”, proclamó este colectivo de 108 artistas, intelectuales y miembros de la vida cultural sueca formado ad hoc, para elegir y entregar un premio en un escenario de vacío. Desempeña la tarea de la Academia Sueca, inmersa en un nebulosa de escándalo. El 1° de octubre un tribunal de ese país condenó por violación a dos años de cárcel a Jeanclaude Arnault, marido de Katarina Frostenson, una de las responsables de votar el Premio Nobel de Literatura. Arnault, el “Weinstein sueco”, fue denunciado por abuso sexual por dieciocho mujeres, pero solo un caso fue considerado por los magistrados y le mereció al hombre la pena mínima de dos años. Pero este no era el único motivo de escándalo: Arnault también fue acusado de filtrar información como el nombre del ganador del galardón.
En repudio de los hechos que manchan la Academia, siete de sus
18 miembros renunciaron. En ese contexto la New Academy nació el
4 de mayo pasado, cuando se anunció que no entregaría el Nobel este año, contaba hoy Pascalidou, quien comenzó a llamar a amigos editores y colegas indignada con el anuncio. “¿Por qué los autores tenían que pagar ese precio? ¿Por qué tenían ellos que perjudicarse? Vamos a hacer algo nuevo, más diverso, más inclusivo, porque somos unos privilegiados: vivimos en el país más igualitario del mundo, y por lo tanto, queremos incluir al mundo. En un mundo polarizado, necesitamos de la literatura. La literatura es el antídoto al silencio”, dijo ayer.
Esta organización sin fines de lucro, no política ni religiosa, surge financieramente independiente del Estado. “Nuestro trabajo es 100% transparente. Todos son bienvenidos a contribuir”, dice el manifiesto de la academia alternativa
El camino a la ganadora
La New Academy convocó a bibliotecarios suecos a presentar sus listados con los nombres de los candidatos; hasta el 8 de julio se seleccionaron plumas especialmente elegidas por los lectores suecos. Si bien el premio es internacional, un autor de habla extranjera, no traducido al sueco o al inglés, tiene dificultades para ingresar en esta instancia.
Así se confeccionó un listado de cuarenta y siete nombres y luego, a través del portal de la New Academy, en votación abierta a todo el mundo, se seleccionaron a los finalistas (Murakami era el cuarto, que pidió que lo retiraran de la lista). Un jurado de cuatro miembros se ocupó del veredicto final. Allí estuvieron la editora Ann Pålsson, la profesora de literatura de la Universidad de Gotemburgo Lisbeth Larsson, el editor Peter Stenson (y director de la Sociedad Marcel Proust) y la bibliotecaria y pedagoga Gunilla Sandin. El 9 de diciembre Condé estará en la ceremonia de premiación en Estocolmo.