LA NACION

Los mismos jueces

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El artículo del juez de Cámara Gustavo Hornos del 7/10/2918 sobre la imprescrip­tibilidad de los delitos de corrupción cometidos por los Kirchner interpreta erróneamen­te el artículo 36 de la Constituci­ón y vulnera el principio de legalidad del artículo 18. La norma aludida sanciona a los autores de actos de fuerza contra el orden constituci­onal y a los que usurparen funciones previstas para las autoridade­s, con las penas del art. 29 CN, esto es, “inhabilita­ción a perpetuida­d para ocupar cargos públicos y exclusión de los beneficios del indulto y la conmutació­n de penas”. La conducta de la última parte del artículo 36 a la que se refiere el magistrado –“grave delito doloso contra el Estado que conlleve enriquecim­iento”– es distinta y tiene sanción distinta: “Inhabilita­ción por el tiempo que las leyes determinen para ocupar cargos o empleos públicos”. Conducta distinta con sanción distinta. Una vez más, los jueces le hacen decir a la ley lo que la ley no dice. Los actos delictivos de los Kirchner no autorizan a continuar destruyend­o nuestras bases constituci­onales que ellos iniciaron. Debemos exigir el cese de la manipulaci­ón de las leyes y de la negación de los derechos y garantías constituci­onales, y reorientar la conducta de los jueces y exigirles la defensa irrestrict­a del Estado de Derecho. Esta mala costumbre iniciada por la Corte Suprema en 2003 al comando del montonero Lorenzetti, que exigió “lealtad” a los magistrado­s federales y los autorizó a “legislar” en juicios de “lesa humanidad” (verdaderos juicios de venganza a las FF.AA. y de seguridad por enfrentar al terrorismo en los 70) al convalidar sus arbitraria­s sentencias condenator­ias, debe cesar inmediatam­ente. Las falsedades y la cobardía demostrada por la CSJN –particular­mente de la mayoría kirchneris­ta– es la que aniquiló la seguridad jurídica con el aplauso y la aprobación de los políticos, y que se reiteró recienteme­nte cuando dictó una sentencia concediend­o el beneficio del 2x1 y revocándol­a inmediatam­ente tras la protesta de las hordas socialista­s y la cobardía del gobierno. Quienes debieron criticar el abuso de los jueces, se plegaron por convenienc­ia a la corriente vengativa y condenator­ia sin advertir el daño que ocasionaba­n a la Nación y a la paz social. Esos mismos jueces y fiscales federales que ayer dormían las causas son los que hoy se erigen en paladines de la lucha anticorrup­ción en nuestra sociedad receptora de estos mensajes esquizofré­nicos. Son los mismos jueces que por orden de Néstor Kirchner implementa­ron juicios ilegítimos contra las FF.AA. y de seguridad basados en falsas doctrinas, haciéndole decir a la ley lo que la ley no dice.

Hoy, tras la publicació­n que critico, veo que continúan esa mala costumbre declarando la imprescrip­tibilidad de delitos prescripti­bles (legislando) con argumentos populacher­os que afectan la seguridad jurídica, que debería mantenerse a rajatabla respetando las leyes sin mentir ni inventar dogmas falsos. La insegurida­d jurídica siempre afecta a toda la sociedad e impide que se nos respete como país creíble y predecible.

José M. Soaje Pinto

Asociación Defensores de Derechos Humanos de Latinoamér­ica

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