Ciclistas por la vereda
En abril de 2018 se publicaron un editorial y dos cartas de lectores sobre el tema bicicletas. Comparto lo dicho allí y agrego que otra mala práctica de los ciclistas es circular por las veredas, sobrepasando al peatón casi rozándolo, sin advertencias, en su mayoría ni siquiera tienen timbre. También circulan pegados a la línea de frente de los edificios, de los que puede salir un niño corriendo o un coche de bebé empujado por la madre y ocurrir un desastre.
En caso de ocasionar un accidente y escapar, no hay modo de identificarlos, salvo filmación ocasional de una cámara de seguridad. Fui ciclista desde mi infancia hasta mi juventud, en que pasé a tener una moto. Las únicas bicicletas que circulaban por la vereda eran las de niños en aprendizaje, con rueditas auxiliares. Desde el rodado 24 en adelante se pagaba una patente anual, una placa de metal que cambiaba cada año a una nueva de diferente color. Las bicicletas que facilita el GCBA también deberían tener un número de identificación bien visible. Antes el ciclista al partir debía llevar su bicicleta a mano hasta el cordón, bajarla a la calzada y recién allí montarla, procediendo a la inversa al regresar (igualmente para las motos, con el agregado de encender/apagar el motor en la calzada). Y, muy importante, se controlaba que las normas se cumplieran.
Juan Manuel Boggio Videla
DNI 4.126.107